Un paseo por el Olimpo

Dioses y mortales comparten espacio en CaixaForum, en la muestra ‘Arte y mito’, hasta el 25 de julio

25 marzo 2021 08:32 | Actualizado a 25 marzo 2021 12:24
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Plutón secuestra a Proserpina, su propia sobrina, con el beneplácito del padre de la joven, y la convierte en señora del averno; el adolescente Faetón le pide el carro a su padre, Apolo, el dios del Sol, pero, lejos de guiarlo con cautela, provoca incendios y altera el Zodíaco, por lo que Zeus o Júpiter, según la mitología griega o romana, decide castigarlo. También Júpiter pasa cuentas con Licaón, rey de Arcadia, quien no solo no atendía a los visitantes que llegaban a su territorio, sino que además los mataba y los servía como viandas en la mesa. Así las cosas, Júpiter lo convierte en lobo, inspirando de este modo la licantropía, los hombre lobo. 

Estas y otras muchas historias se pueden contemplar en CaixaForum Tarragona, en la nueva exposición Arte y mito. Los dioses del Prado, hasta el próximo 25 de julio. Se trata de 43 obras de la institución madrileña, en lo que es el resultado de una colaboración entre la Fundación ”la Caixa” y el Museo Nacional del Prado, que dura ya una década.
La inauguración, que tuvo lugar ayer, corrió a cargo de Maria Glòria Olivé, directora de CaixaForum Tarragona; Isabel Salgado, directora del área de exposiciones de la Fundación ”la Caixa”; Fernando Pérez, responsable de contenidos didácticos del Museu del Prado y comisario de la exposición, así como de Miguel Falomir, director del Museo, quien se conectó vía telemática.  

La muestra cuenta con un ciclo de conferencias y con educadores en la sala, para atender y resolver las dudas de los visitantes.

El paseo por el Olimpo se articula en ocho secciones temáticas que hablan de amor y deseo, de faltas y castigos, de metamorfosis divinas y humanas o de héroes y guerreros en la mismísima Troya. Y lo hace a través de pinturas, con nombres de artistas como Rubens, Ribera o Zurbarán, entre otros. También de esculturas y objetos datados entre el siglo I a.C y la primera mitad del siglo XVIII. Arte que habla de celos, pasión, lujuria y erotismo. Pero también de odio, ira, guerra y venganza. Porque los tiempos cambian, pero no así las pasiones, que perviven.  

Los mitos, en origen
Los dioses clásicos del Olimpo se aburrían y en ese tedio decidían intervenir en la vida de los humanos, especialmente de las féminas. Porque si en algo coinciden muchos de los mitos es que tienen su origen en un secuestro o agresión sexual.

¿Cómo se debe hacer esta lectura desde la mirada contemporánea? «Evidentemente, esto sirve para plantearse el debate», responde el comisario de la muestra, Fernando Pérez. «Nosotros no estamos defendiendo, aprobando o incitando a esos raptos, a esos secuestros, a esas violaciones, pero no las podemos mirar con los ojos de hoy en día. Y nos tienen que hacer reflexionar. Cómo cosas que antes se aceptaban con normalidad, ahora no se aceptan. Tenemos que luchar contra ellas, aunque no condenarlas. El olvido es lo peor, si no ves lo que se ha hecho mal antes, no vamos a poder mejorar», manifiesta.

Justamente por este motivo, una de las propuestas de Arte y mito es un audiovisual en el que profesionales de la cultura se plantean cuestiones tales como cuáles son los mitos más vigentes hoy en día o para qué sirven. De igual manera, en diferentes ámbitos de la exposición se proyectan unas frases que increpan a los visitantes. «Porque, ¿quiénes son los héroes actuales?», se plantea Fernando Pérez. «¿Messi?, ¿un youtuber?». 

El recorrido
Bustos en piedra y bronce de los dioses grecorromanos presiden la entrada de la sala de CaixaForum, «como los protagonistas de una película», apunta Fernando. La muestra arranca así en un espacio en el que conviven en armonía obras de diferentes épocas, bajo la atenta mirada de Homero, «el guía, el cicerone virtual de la exposición». Porque como resalta el comisario, «los mitos son narraciones de historias fantásticas protagonizadas por los dioses y los hombres, cuentos que se transmitían de forma oral, hasta que en el siglo VIII a.C. se empezaron a recoger por escrito, en la época de Homero».

Aimismo, en esta primera parte, un fragmento de sarcófago muestra a Prometeo y Atenea creando al primer hombre. Se trata de una obra que relaciona los mitos grecorromanos con el mundo cristiano, vínculo que se repetirá en diversos cuadros a lo largo del recorrido. 

Mientras, ninfas, faunos y musas comparten su propio espacio. Precisamente, la pieza más antigua de la muestra, Éxtasis dionisiaco, datada del siglo I a. C., está protagonizada por un sátiro. Por su parte, Cupido entra en escena cargado de flechas. «Las de oro provocaban el enamoramiento instantáneo. Y las de plomo, el rechazo», explica Fernando. Flechazo es el que siente Baco cuando encuentra a Ariadna, que lo rechaza, o Mercurio sobrevolando Atenas. Y Narciso, al verse reflejado en las aguas, un joven que fue castigado por los dioses por atreverse a rechazar a una ninfa. 

Por su parte, las metamorfosis están especialmente acaparadas por Zeus, quien se servía de ellas para cometer sus tropelías sexuales. Sin embargo, en algunos casos, eran las mujeres quienes las utilizaban para escapar del acoso. Como Dafne, que se convierte en laurel para huir de Apolo. O la ninfa Siringa, que se transforma en cañas para escapar del dios Pan. A pesar de todo, la posesión masculina prevalece. Y así, Apolo se hace una corona con las hojas de laurel y Pan, una flauta con los juncos. «De aquí el origen del laurel para los ganadores de las competiciones olímpicas o la flauta de cañas, de pan o siringa». 

El paseo por el Olimpo continúa por entre héroes, Aquiles, Jasón, Hércules y el terrorífico perro de tres cabezas, cancerbero, para terminar con la guerra de Troya, tras pasar por el Juicio de Paris o el Sacrificio de Ifigenia.

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