Un templo gastronómico a los pies de la Catedral

El corazón de la Part Alta de Tarragona sin duda es la Catedral con su bella escalinata, una explanada en la que se respira admiración, respeto y liturgia. Un orgullo para la fauna tarraconensis, vamos. Pues resulta que al edificio catedralicio le ha salido competencia a los pies de su escalera, donde encontramos otro templo, aunque allí rinden culto a algo más mundano: al paladar. En este santuario gastronómico, bautizado como Seasons, nos encontramos con que el producto fresco y de proximidad es la piedra angular.

Como sabéis que no me gusta ponerme medallas que no me corresponden, debo decir que debo el descubrimiento de este restaurante por partida doble: Conxita Curull y Marta Callau, ambas buenas amigas y gourmets de paladar fino, de las cuales no se puede pasar por alto ninguna de sus recomendaciones gastronómicas.

La historia del Seasons empieza en febrero de 2020, en plena pandemia, cuando Xavi Fernández y su mujer Sílvia Pons ponen en marcha este proyecto con la ilusión por bandera. Seasons proviene de la terminología inglesa y significa ‘Estaciones’. Toda una declaración de intenciones por parte de Xavi, ya que la estacionalidad del producto tiene un peso específico tanto en la carta como en un menú diario cambiante.

Para la ocasión, fuimos de visita con la guardia pretoriana de la Academia de Gastronomía a la que nos sorprendió con un menú atrevido de ocho platos. Empezamos con un aperitivo de falsa Gilda: una esferificación de oliva con aceite de guindilla y anchoa del cantábrico; ideal para abrir boca. El primero de los entrantes confirmó el talante de la cocina de Xavier: imaginación y producto; con un royal de foie con demi-glace de ‘Pota Blava’ del Prat de Llobregat. Una tarrina en el que la carne del pollo autóctono resalta por su sabor, potenciado por la salsa de estilo francés. Dejamos el Baix Llobregat para dirigirnos ciento veinte kilómetros al sur, con la siguiente creación con tintes de arte, un tiradito de atún rojo Balfegó con mayonesa de ají amarillo, furikake y trufa melanosporum, todo ello acompañado por pan de algas. Qué decir de uno de nuestros productos estrella como es el atún, y si a ello le sumamos el condimento de estilo japonés que puede salir mal?

El festival continuaba con una armonía gastronómica ‘in crescendo’ con la llegada de una falsa fabada de gamba roja de Tarragona con unas colitas de rape; pan para mojar, señores! Continuamos con un cambio de tercio atrevido, que fue muy aplaudido por los comensales: unos callos al ‘estilo Seasons’, con un toque picantón. Y para acabar la tanda de platos principales una deconstrucción de Wellington de rabo de toro sobre un crujiente, característica por su potencia y sazón.

Y los postres pura magia, una cremoso de maracuyá ideal para limpiar boca y babá al ron con helado de vainilla; en el que Xavier supo interpretar a la perfección este postre francés.

El trabajo detrás del Seasons por parte de Sílvia i Xavi és titánica, y han sabido plasmar en cada plato un amor incondicional por la cocina y el producto de su tierra; mirando de reojo creaciones de fuera de nuestras fronteras que adaptan a la perfección en una sinfonía sin ninguna nota discordante.