Una invitación poética a disfrutar con más calma

El valor espiritual, emocional, afectivo e intelectual de la infancia, juventud y madurez de la escritora tarraconense Carme López Arias han inspirado su último poemario Bienvenidos a Las Parras (La Banya Edicions), un homenaje poético a Las Parras de Castellote, un pueblo de la provincia de Teruel, situado en la comarca del Bajo Aragón.

«Mis padres querían transmitir a sus hijos, ya desde la tierna infancia, la experiencia vital de la convivencia en un entorno rural, sin absolutamente ninguna de las comodidades que ya poseíamos en la ciudad. Querían un pueblo de montaña. Así que mediante un compañero de trabajo de mi padre, Jordi Anglès, su mujer Ana Barberan, nacida en la localidad, nos invitaron a pasar un fin de semana para conocer el entorno», recuerda la poeta.

«En este viaje, mis padres quedaron enamorados y alquilaron una casa para pasar todo el año. Posteriormente, mi abuela compró una vivienda y a partir de entonces hemos disfrutado de este entorno durante más de cincuenta años. Además, hemos sido fieles, ya que no entendemos lo que es pasar unas vacaciones sin visitar en Las Parras de Castellote», asegura la tarraconense.

Como fuente de inspiración dice que Las Parras de Castellote lo tiene todo. «Mi vivencia y mi paso por el pueblo ha sido de un gran valor espiritual, emocional, afectivo e intelectual. Ha inspirado numerosos poemas. Los instantes más entrañables de mi vida los he vivido allí. Tengo un gran amor a sus paisajes como a sus gentes. Los amigos más importantes de mi vida, podría decir, se han gestado en esta población», afirma Carme López.

Así, su memoria está plagada de experiencias. «Recuerdo cómo llegaba el pastor con las ovejas y cabras a la fuente para que bebieran agua en el abrevadero; de cómo los dueños de los rebaños las recogían en la Plaza Mayor; los juegos en la calle y las aventuras con los demás niños; o las abuelas cosiendo pañuelos a pie de calle...», rememora la poeta. Al mismo tiempo ensalza que «de un modo diferente a la ciudad, son muchas las experiencias vitales que he vivido en Las Parras de Castellote, desde el respeto, la convivencia y el espíritu de comunidad de ayudarse los unos a los otros».

El poemario se centra en los recuerdos con la intención de que «nuestros hijos y nietos tengan una prueba escrita de cómo se vivía y de cómo eran las relaciones humanas». A López le gusta hacer bella la tristeza, ya que «aunque los recuerdos están cargados de nostalgia, me niego a aceptar que no volverán, porque están en mi mente, en mis sentimientos y en las conversaciones con mis amigos». Por todo ello «el poemario Bienvenidos a Las Parras es una invitación a disfrutar de lo que nos rodea con más calma».