Alonso acaricia los muros a casi 400 km/h

El análisis de nuestro especialista en motor, Marcelo Cairo, sobre la aventura del asturiano en Indianápolis

26 mayo 2017 17:48 | Actualizado a 28 noviembre 2017 13:48
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Las 500 millas de Indianápolis son la principal cita del campeonato norteamericano de monoplazas. La salida es en movimiento y los monoplazas tienen el mismo chasis, Honda y Chevrolet son los proveedores de los motores de 2.200 CC biturbo limitados a 12.000 rpm de unos 700 CV.

Firestone es el único suministrador de neumáticos y durante la carrera se puede repostar gasolina y ruedas, convirtiendo la estrategia del equipo en una de las claves para conseguir la victoria. El presupuesto medio para correr con cada coche es de 6 millones de dólares, lo que convierte esta categoría en un objetivo posible para muchos pilotos y equipos que no consiguen llegar a cubrir el presupuesto astronómico de la F1.

Es un espectáculo americano, con 350.000 personas en las tribunas, los pilotos durante 10 días que duran las pruebas y la carrera están cerca de los aficionados, contribuyendo la gran cantidad de información que se publica por las redes sociales.

Desde el año 1950 a 1960 esta carrera fue puntuable para el campeonato mundial de F1 y ha sido sede de varios GPS de F1 que en sentido antihorario transcurre por el interior, usando un par de curvas del ovalo.

No obstante habrá que ir sorteando las trampas que ponen los accidentes y las neutralizaciones de carrera, con ello la gestión de neumáticos y consumos de gasolina son claves para marcar la estrategia de carrera del equipo dando un gran protagonismo a pilotos y mecánicos.

Quien consigue ganar aquí ha de celebrar bebiendo leche dejando las burbujas del champagne para la fiesta después de la carrera. La participación de Fernando Alonso ha despertado un gran interés en los aficionados, y su quinta posición en la calificación que se lleva a cabo sacando el promedio de cuatro vueltas seguidas, abre nuevas posibilidades al asturiano que está disfrutando mucho de la experiencia de correr en óvalos.

Las normas hacen que esta sea más igualada, donde seguro se sentirá a gusto con los adelantamientos dentro del tráfico a casi 400 km/h, situación nueva a la que no está acostumbrado en los circuitos de F1 y donde dará rienda suelta a su  competitividad. El domingo la carrera dejará claro la calidad del asturiano.

Comentarios
Multimedia Diari