Creus y Gil, los 'gemelos' del Moritz Vendrell

El cambrilense y el reusense han compartido vida deportiva y amistad gracias al hockey. Hoy mantienen vínculo en El Vendrell. Coincidieron por primera vez en el infantil del Reus

19 mayo 2017 16:28 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:36
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Jordi Creus (Reus, 1981) se crió a la vera del Palau d’Esports de Reus, justo en l’Avinguda Onze de Setembre, en la zona norte de la capital del Baix Camp. De hecho, su formación se tiñó de rojinegro desde prácticamente la cuna, con tres años se colocó los primeros patines. Cumplió los plazos hasta el último instante. De la escuela hasta la antesala de la primera plantilla. Nunca ocultó su predilección por el Reus.

A un puñado de kilómetros, Francesc Gil (Cambrils, 1981), volaba sobre unos patines. De pequeñas dimensiones, el delantero empezaba a exhibir habilidades supersónicas. Los dos protagonistas ya compartían quinta, por lo que acostumbraban a enfrentarse en categorías de escuela. Se juntaron pronto, porque el Reus no se quedó de manos cruzadas ante el futuro que desprendía Francesc Gil. Le fichó en edad infantil, previo paso por el Vila-seca. El talento de estos dos entusiastas del stick se juntó en la calle Gaudí. Prácticamente no volvió a separarse.

Gil y Creus ya enseñaban perfiles distintos. El reusense inauguró trayecto como jugador exterior, de buena condición técnica y un carácter ganador indomable. Gil siempre fue un amante de la larga distancia, ideal para ejercer el contragolpe. Sus arranques soltaban chispas venenosas, de uno contra uno f?isico, más que talentoso.

El viaje en el Reus finalizó por las exigencias del guión. El club pedía resultados inmediatos acordes a su historia. No había espacio para esperar a los canteranos. Los dos protagonistas echaron raíces en Tenerife, aquel equipo que ofrecía cobijo a los jóvenes proyectos que necesitaban despegar para consolidarse. Creus llegó antes que Gil y le dio tiempo a ganar una CERS. En todo caso firmaron actuaciones convicentes y acumularon prestigio (2005-07). Coincidieron en otra plaza con tradición. En Les Casernes de Vilanova (2010-13) fueron ídolos. Pelearon por títulos lujosos, como aquella final de la CERS ante el Benfica que acabó en derrota dolorosa en 2011. El club del Garraf había organizado la Final Four para convertir el sueño en realidad.

Gil y Creus sufrieron poco después el lado oscuro del deporte. Los problemas de tesorería que acecharon al Vilanova provocaron que los jugadores dejaran de percibir lo establecido en el contrato. Salieron tristes y con la sensación de injusticia. Su pasión por el hockey decidió que siguieran en activo.

Hace dos temporadas que han vuelto a juntarse en El Vendrell, donde desean revivir viejos tiempos y mantener en la cima a una entidad que se ha acostumbrado al caviar en los últimos tiempos. Lo intentará con sus ‘gemelos’ inseparables.

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