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El año pasado el CB Tarragona se quedó a las puertas de la LEB Plata. Los tarraconenses completaron una temporada regular excelente. Líder de su conferencia con un balance de 22 victorias y 4 derrotas y campeón de la Final a Cuatro en Lleida, triunfo que le concedió el billete a la Fase Final de Ascenso en Algeciras. Una derrota inesperada en el primer encuentro ante Ardoi frustró las esperanzas azuladas de regresar a la categoría que perdieron en 2017. Un año después el CBT tiene ese ascenso a la tercera categoría del baloncesto estatal en su mano.
El estado de alarma decretado por el Gobierno español por la pandemia del coronavirus detuvo las competiciones de baloncesto a principios de marzo. Tras las fases de desconfinamiento propuestas por el Ejecutivo central no parece que haya tiempo material para volver este curso. La Federación Española (FEB) tiene tomada la decisión de finalizar la temporada actual sin descensos pero con ascensos, para premiar el trabajo de los equipos que han sido los mejores en sus ligas. En el caso de la liga EBA, la fórmula prevista por el ente presidido por Jorge Garbajosa es que las seis plazas de ascenso a la LEB Plata salgan de entre los líderes de las siete conferencias que componen la categoría.
Este año, el equipo de Berni Álvarez volvía a ir como un tiro. Primero de su conferencia (C-B) de EBA con solo tres derrotas en 21 jornadas. Su inmediato perseguidor, el UB Sant Adrià, estaba a tres victorias de distancia cuando únicamente quedaban cinco partidos por disputarse. El primer puesto estaba prácticamente asegurado. Méritos suficientes en la pista que le aseguran una de las plazas de ascenso a LEB Plata. Así se lo ha trasladado al club de manera extraoficial el presidente de la Federació Catalana (FCBQ), Ferran Aril. Un premio que el CBT se muestra pesimista de poder aceptar.
El club del Serrallo prevé un escenario muy duro de cara a la próxima temporada debido a los estragos económicos de la pandemia. «Nos alegramos porque el equipo se ha ganado el ascenso en la pista, pero somos prudentes y no haremos barbaridades. En situación de normalidad lo podríamos haber afrontado, pero después de la emergencia sanitaria no sabemos si podemos cumplir todos los compromisos de patrocinio que tenemos acordados», afirma Jacint Rodríguez, presidente del CBT.
No es una negativa rotunda de entrada, se apresuran a decir desde el club: «Miraremos a ver si somos capaces de lograr un presupuesto que nos permita cumplir con las exigencias de la categoría, pero insisto que el panorama es complicado incluso estando en EBA». Todo dependerá de cómo queda la categoría y las condiciones, ya que la FEB llevará a cabo una reorganización de sus divisiones.
Más ambicioso se presenta el entrenador Berni Álvarez. El técnico ha sabido levantar a un equipo tocado por la derrota en Algeciras y que no contaba con su continuidad. El esfuerzo de una plantilla incansable ha tenido, a espera de la confimación oficial, el premio del ascenso. «De confirmarse el ascenso hay que estar orgullosos de todo el equipo, especialmente de los jugadores. Nos hubiera gustado acabar la temporada, pero el ascenso es merecido deportivamente». Después de ese trabajo encomiable, el tarraconense no entendería que el club tirase la toalla desde el principio sin ni siquiera tener la confirmación oficial del ascenso. «Toca luchar para que Tarragona tenga un equipo en LEB que es donde creo nos corresponde por ciudad y gente. Somos uno de los clubes que mejor estructura tiene para intentarlo. No enfocarlo de esta manera sería una falta de respeto a los jugadores. Si luego no llegas, que no sea por no haberlo intentado al máximo», señala el técnico.
