Guillem Molina y una oportunidad de oro

El futbolista vallense Guillem Molina volvió ayer a entrenar como integrante del primer equipo del Valencia. Habiendo disputado durante toda la temporada la Segunda División B con el filial valencianista, Albert Celades, técnico del primer equipo, ha decidido convocarle para que se incorpore a sus órdenes para disputar el último tramo de liga. 

Después de que el lunes anunciase su lista Celades, los jugadores del Valencia volvieron ayer a entrenarse tras prácticamente dos meses en el dique seco debido a la crisis del coronavirus. Entre ellos estaba Guillem Molina, exultante por poder a atarse las botas de nuevo y pisar el césped de la ciudad deportiva che.

El vallense no es un central clásico, sino moderno, de los que no destaca por su agresividad, sino por su inteligencia táctica, lo cual le permite anticiparse a los delanteros pensando con mayor velocidad y actuando en consecuencia. Su 183 centímetros de altura, además, le permiten gozar de una punta de velocidad envidiable que combina con una delicada salida de balón, una cualidad siempre destacable en los filiales de grandes clubes.

Molina creció en la cantera del Reus, hasta que la Academia valencianista se fijó en él y lo arrebató del club rojinegro. Esta ha sido su sexta temporada en Valencia, acomodándose cada vez mejor al club y, a sus 19 años, presentando candidatura para ser uno de las perlas más prometedoras del club.

Guillem Molina ha cuajado una notable campaña bajo las órdenes de Chema Sanz, entrenador del Valencia Mestalla. Ha disputado 15 partidos y, pese a no ser un fijo en la zaga, ha cumplido con nota siempre que ha participado. De hecho, Guillem Molina disputó los dos encuentros completos de la presente temporada ante el Nàstic, partidos que acabaron en empate (1-1) y en victoria grana en el Nou Estadi (2-1). 

Su buen hacer le ha llevado también a disputar cuatro partidos en la Youth League, en la que se enfrentó a equipos de la talla del Ajax, el Chelsea o el Lille con el equipo juvenil. Todo ello, junto con una crisis de lesiones en la defensa valencianista, le llevó a ser convocado por la Champions League en la ida de los octavos de final de la Champions League, ante el Atalanta, en la que el bando italiano barrió al español (4-1).

Sin embargo, el premio le llega en extrañas circunstancias. Una vez dada por finalizada tanto las competiciones del equipo juvenil como del Valencia Mestalla, Guillem Molina se encuentra ahora con una oportunidad de oro para poder dejar buena impresión en este atípico final de temporada que pretende organizar Javier Tebas, presidente de la Liga. 

El Valencia informó de que, el día de la vuelta al verde, cada uno de los jugadores completó una sesión de trabajo individual de unos 45 minutos en los que combinaron ejercicios de carga física como carrera continua, con otros ejercicios ya con balón para ir recuperando sensaciones. En cada una de las áreas, los jugadores trabajaron acompañados por varios integrantes del cuerpo técnico de Albert Celades, que recorrió los diferentes campos supervisando el trabajo de sus futbolistas.

Otro aspecto que puede facilitar el debut en competición oficial de Guillem Molina –ya jugó en un partido amistoso cuando Marcelino era aún el entrenador- son las bajas que han torturado durante toda la temporada a Celades, que no ha podido contar con una pareja de centrales estable de forma continuada.

Es ahí donde aumentan las opciones del vallense para tener minutos y dejar pinceladas del jugador en el que puede llegar a convertirse.