Jason Randell, artífice de unos Voltors únicos

La temporada del equipo senior del Club Rugby Tarragona ha sido histórica. Los Voltors lograron su mejor clasificación en la Divisió d’Honor Vueling con una extraordinaria séptima plaza. Un éxito impensable hace sólo unos años y que lleva la firma de Jason Randell. 

El entrenador de Pontypridd (Sur de Gales) ha conseguido dar continuidad al trabajo de Hervé Boulais y del que viene haciendo todos los responsables del club y de la escuela durante muchos años.

El CR Tarragona completó una primera fase impecable con 9 victorias de 9. Los nuevos sistemas defensivos y ofensivos propuestos por el galés encajaron entre los jugadores lilas. Lo ejecutaron a la perfección y empezaron a soñar en pelear por el título con los mejores equipos de Catalunya.

Pero después de Navidad, en la segunda fase, llegaron los obstáculos. «Tuvimos varias lesiones, dos de ellas importantes», explica Randell refiriéndose a las de Lihüel Parodi y Mathieu Sa, uno de los capitanes del equipo. De no haberse producido ambas bajas, el técnico lila lo tiene claro: «Hubiéramos hecho play-off». 

Esas bajas afectaron a nivel mental. «El equipo es muy joven y tenía muchas expectativas, pero cuando vieron que dos de sus mejores jugadores se lesionaban se vinieron un poco abajo», cuenta Randell. Ese aspecto psicológico es su próximo reto. «La calidad está ahí, sólo hace falta cambiar esa mentalidad. Deben ser conscientes de que por encima de los jugadores está el equipo y el sistema puede funcionar independientemente de quién esté sobre el terreno de juego. La fortaleza está en el equipo».

Si logra convencer de ese aspecto fundamental y de que los jugadores adquieran un poco más de masa muscular está convencido de que la próxima temporada «podremos jugar los play-off por el título de Divisió d’Honor». Ve a un grupo capaz de «seguir escribiendo la historia del club en letras doradas».

Nuevo campo
Jason Randell confía que el traslado previsto para la próxima temporada a Camp Clar, como se les prometió, pueda ayudar al Club en todos los sentidos. A nivel deportivo y también de formación. El estado del terreno de juego del Complex Educatiu afecta al desarrollo de las habilidades».

Acostumbrado a una sociedad volcada por el rugby -en Gales es el deporte rey-, Jason Randell está disfrutando viendo cómo este deporte va evolucionando en Tarragona. «La Escola del CR Tarragona lo está haciendo muy bien. Cada vez, los jugadores tienen más conocimientos porque los aprenden de pequeños y eso puede convertir al club en uno de los más fuertes y competir con los de Barcelona».