Pasado arlequinado

La Nova Creu Alta no es un escenario cualquiera para tres componentes de la plantilla del Nàstic. Pol Ballesteros, Sergio Montero y Viti saben lo que es jugar en el feudo arlequinado como local y eso es una experiencia que marca. Porque el Sabadell es un club con solera y cuenta con una afición que nunca le deja sin aliento. Los tres jugadores del Nàstic regresarán a la que fue su casa con la camiseta grana y en un partido en el que el puesto de su técnico, Xavi Bartolo, estará en juego.

Pol Ballesteros descubrió lo que es ser futbolista del Sabadell la temporada pasada. Al conjunto arlequinado llegó en calidad de cedido procedente del Nàstic. En el conjunto grana se le veía como un futbolista con un potencial superior a Tercera División. Por ello se decidió buscarle una cesión a la categoría de bronce. Esa categoría debería ser predilecta para su crecimiento y para que en un futuro pudiera vestir la zamarra del primer equipo.

Los planes de la entidad tarraconense con el futbolista de Vilassar funcionaron a la perfección. Ballesteros comenzó sin minutos, pero poco a poco fue ganando terreno y finamente se convirtió en una pieza clave tanto para Kiko Ramírez como para Antonio Hidalgo, dos de los tres entrenador que tuvo el Sabadell la temporada pasada.

Tal fue su explosión en los últimos partidos que se erigió como el hombre clave para la salvación después de conseguir un doblete frente al Olot en un triunfo que selló la permanencia arlequinada.

El caso de Sergio Montero es distinto. El todavía futbolista de la Pobla, aunque ya inmerso de manera completa en la dinámica del primer equipo, fue canterano del Sabadell durante muchos años.

Montero, promesa arlequinada

El ‘Chino’ ingresó en la cantera arlequinada con 13 años para jugar en el Infantil B procedente del EFB Ripollet. Su camino por la cantera del Sabadell fue brillante y terminó siendo un futbolista determinante en el Juvenil A que consiguió el ascenso a División de Honor en la temporada 2015/2016.

El mediapunta de Ripollet cumplió su sueño de debutar con el primer equipo en la temporada 2016/2017 ante el Lleida. Ese sería su último curso en el Sabadell, puesto que Montero decidió poner fin a su aventura arlequinada y firmar por la Pobla. David Comamala, director deportivo del filial, anduvo atento y cerró la llegada de un jugador que la temporada pasada brilló y esta temporada ha seguido en la misma línea. Un hecho que le ha permitido abandonar la Pobla en las últimas jornadas y tener minutos con el primer equipo en los últimos partidos.

Por último, Víctor Martínez ‘Viti’ también militó en el Sabadell. Al conjunto arlequinado llegó procedente del juvenil de la Damm y tras un paso previo por el filial acabó ascendiendo al primer equipo. 22 partidos completó con el primer equipo en la temporada 2016/2017. Al igual que Montero, Comamala también estuvo atento y le cerró para la Pobla. La temporada pasada apenas llegó a jugar con el filial, ya que Enrique Martín le reclutó para el primer equipo y se convirtió en una de las grandes revelaciones del decepcionante curso pasado.

En el Sabadell también hay jugadores con pasado en el Nàstic. En concreto, tres. Aleix Coch, Xavi Boniquet y Óscar Rubio estuvieron en Tarragona se medirán a su exequipo este domingo.

Aleix Coch disputó 23 partidos con la zamarra del Nàstic en las temporadas 2012-2013 y 2013-2014 y luego continuó su carrera en clubes como l’Hospitalet, el Badalona y finalmente el Sabadell.

Óscar Rubio también estuvo en las filas del Nàstic aunque solo durante una temporada. Fue en el curso 2007-2008 en la que el lateral ilerdense disputó 29 partidos en la categoría de plata. Posteriormente, ha jugado en Elche, Alavés, Cádiz, Lleida y Sabadell al que llegó en la temporada 2017-2018.

Por último, Xavi Boniquet también tiene pasado en Tarragona aunque no llegó a debutar con el Nàstic. El extremo jugó en la Pobla de Mafumet, filial grana, al que llegó procedente del Osasuna Promesas. Tras su paso por el conjunto poblense ha militado en Sant Andreu, Badalona, Cornellà, Terrassa y Peralada. El Sabadell-Nàstic será un partido de viejos reencuentros.