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Cuando Álex Rodríguez (Sant Hipòlit, 1993) le sugirió a su hermano mayor Dani (Sant Hipòlit, 1984) que tomara el papeleo de su asunto contractual con el Barcelona todavía compartían viaje en el histórico Voltregà, ese club fetiche de la pequeña localidad del Osona, cuna de excelentes talentos. De hecho, Álex había escogido el Barcelona para hallar un futuro de prestigio y repleto de confort. El poderoso Barça decidió no sacarle del hábitat educativo y emocional porque todavía no cabía en ese plantel con exceso de estrellas que suele presentar. En Sant Hipòlit, el pequeño de los Rodríguez ya dejó entrever parte de su potencial. Atacante exterior, con excelente pala y una nómina de recursos técnicos abundante.
El pasado verano Dani ejerció de hermano protector y de representante de la joven promesa. El Barcelona necesitaba decidir qué hacía con Álex. Si le incorporaba o le dejaba libre. El fichaje de Bargalló impedía el ingreso de Álex al Palau Blaugrana. Dani y el mismo jugador prefirieron buscar acomodo en otro lugar. Rompieron el compromiso con el Barcelona y negociaron con el Reus. El nombre del Liceo también entonó cantos de sirena. Fructificó el acuerdo con la entidad de calle Gaudí, con Dani como ejecutivo y Álex como deseado. Un año más otro opcional, el vínculo establecido.
Los dos protagonistas comparten saga hockística con Carles, hoy en las filas del Quevert francés. Esa pasión por el hockey la inculcó el abuelo Manuel, de raíces gallegas. Emigró a Sant Hipòlit para trabajar en el negocio textil y se enamoró del Voltregà legendario de las Copas de Europa. Era casi innegociable que sus nietos probaran suerte encima de unos patines.
Mañana, representante y representado o hermano mayor y pequeño, según como se vea, cruzarán sus caminos en el templo rojinegro, en la inauguración de la segunda vuelta del campeonato doméstico, con Reus y Voltregà instalados en el privilegio de la tabla y con cierto aire de grandeza. Dani lucirá brazalete del equipo de su vida. No sólo eso, actualmente es el jefe de las divisiones inferiores, de la prestigiosa cantera blanquiazul. Él y Álex mantienen más lazos comunes. Los dos se encuentran cursando la carrera de INEF. El jugador del Reus realiza prácticas en una escuela de la capital del Baix Camp, donde ha completado un proceso de adaptación vertiginoso.
