Un estéril Nàstic cierra el 2018 con derrota en Mallorca

El equipo de Enrique Martín perdió con goles de Estupiñán y Stoichkov. Luis Suárez se lesionó en el primer tiempo y su relevo, Coris, tampoco pudo acabar el partido

21 diciembre 2018 21:53 | Actualizado a 03 enero 2019 17:55
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El Nàstic se despidió del año de una manera acorde a como le fue todo el 2018, con una derrota en Mallorca. Los tarraconenses no pudieron con el conjunto de Vicente Moreno en ningún momento. El equipo de Enrique Martín presentó sus credenciales defensivas que mejoró en Extremadura. Pero sigue evidenciando su inmadurez ofensiva. Es incapaz de generar. Faltan ideas y no hay fluidez en el ataque. Todo es a bandazos. Balonazos. Chispazos individuales que no son capaces de inculcar sentido genérico al fútbol de ataque. Todo se reduce a aguantar y aprovechar un milagro. Cuando el rival golpea, parece que no hay nada que hacer y todo se viene abajo.

Repitió once el técnico Enrique Martín con un único cambio. El de Luis Suárez que entró en el lugar de Sebas Coris. Un cambio que se deshizo con la lesión del primero y que tampoco acabó el segundo. El gerundense no estaba bien. Y a los 25 minutos del segundo tiempo ya estaba pidiendo el cambio. Una sustitución malversada.

No tuvo reparos en dejar fuera a Albentosa. El central regresaba tras cumplir sanción pero el navarro mantuvo la pareja Djetei-Fali que tan buen resultado dieron en el Francisco de la Hera.

El entrenador navarro parece haber adoptado como sistema ofensivo de partida el 4-3-3 y el 4-4-2 para la fase defensiva. Martín, expresión del dibujo de los tres centrales, ha asumido que para el equipo que maneja en Tarragona le encaja mucho mejor la pareja que el trío en el eje de la zaga.

En Mallorca se estila el ‘Vicentemorenismo’. El técnico valenciano tiene a la parroquia bermellona convencida, como en su día hizo con la nastiquera, de que sus maneras futbolísticas son las adecuadas para el fútbol actual. Moreno no pudo seguir el partido desde la banda como le hubiera gustado. Sobre él pesaba una sanción de dos partidos que cumplía ante el Nàstic.

El Mallorca cumplió con el guión estipulado en la preproducción del partido. Dominio posicional para merodear sin profundidad los dominios de Bernabé. El Nàstic en sus cánones. Plantado en su campo reforzando sus creencias defensivas que recuperó hace seis días en Almendralejo. Solo cuando estaba seguro de su  protección salía hacia la portería de Manolo Reina. Inquietó poco al meta de Villanueva del Trabuco. Las ideas ofensivas del equipo son alocadas. Sin un discurso que pueda explicar los movimientos de los atacantes. Todo pende de jugadas personales o decisiones individuales que generen espacios. No hay narrativa.

Todo iba cuadrado. El Mallorca no era capaz de minar el muro para encontrar el resquicio por el que penetrar. Álex López había podido conectar de cabeza con un centro de Aridai sin dirigir el balón entre los tres palos. El conjunto balear generó ese hueco con una fórmula de laboratorio. Una jugada de estrategia bien trabajada y gestionada por los futbolistas mallorquines. Salva Sevilla sirvió una falta lateral, pegada al área de castigo, con picardía. La defensa grana esperaba el centro al corazón del área. El centrocampista bermellón, piedra angular de este Mallorca, tiró de engaño y raseó hacia la frontal. Ningún jugador del Nàstic estaba atento a esa posibilidad. Estupiñán llegó en carrera y asestó un disparo que atravesó la maraña de cuerpos para alojarse en el fondo de la portería de Bernabé.

El gol local obligaba al Nàstic a causar más impacto en su faceta ofensiva. Aunque fuera a su peculiar manera. Esa fórmula errática e impetuosa al mismo tiempo. Y el que mejor representa ese estilo es Luis Suárez. El colombiano recogió un pase de Barreiro para irse de cabeza a la portería rival. Entre peleas, rebotes y recortes consiguió disparar pero un defensor logró tapar ese tiro para mandarlo a saque de esquina. En esa acción de brega, el delantero se lesionó.

Como en la pasada jornada, el Gimnàstic dio un paso hacia adelante. Esta vez porque si quería sumar algo debía hacerlo. Incrementó la presión a la primera línea impidiendo la salida cómoda de los baleares. El Mallorca perdió ese control que había exhibido en los primeros 45 minutos. Tampoco lo necesitaba.  Durante todo el segundo acto trató de que no pasara nada en el campo. Con Reina de maestro de ceremonias.

Los esfuerzos del Nàstic no le daban para llegar ni con claridad ni sin ella. Stoichkov en una de las pocas jugadas que Lago le ganó a Salva marcó el 2-0 definitivo.

rcd Mallorca (2). Reina, Estupiñán, Valjent, Xisco Campos, F. Gámez, Dani Rodríguez, Salva Sevilla (Baba, 89’), Pedraza, Aridai (Stoichkov, 70’), Lago Júnior y Álex López (Abdón, 80’).

Nàstic (0). Bernabé, Salva, Djetei, Fali, Abraham, Viti, Imanol, Javi Márquez, Manu (Uche, 60’), Luis Suárez (Sebas Coris, 45’) (Coris, 70’) y Barreiro.

Goles. 1-0, Estupiñán (31’), 2-0, Stoichkov (84’)

Árbitro. Figueroa Vázquez (c. andaluz). Amonesto al local Pedraza y a los visitantes Viti, Fali
 

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