Un ídolo en el Nou Estadi

El actual futbolista del Oviedo es uno de los emblemas de la historia más reciente del club grana visitará el domingo el campo del Nàstic

09 mayo 2017 16:43 | Actualizado a 23 mayo 2017 10:14
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Hablar de David Rocha es hablar de unos de los emblemas de la historia más reciente del club grana. Se lo ganó a pulso. Desde el primer se sintió identificado con un escudo por el que luchó hasta su último día como futbolista del Nàstic. Todo corazón. Sin embargo, no era sólo pasión sobre el terreno de juego.  Ambidiestro, con un centro bajo de gravedad y sobre todo con un golpeo desde fuera del área que atemorizaba a los porteros rivales. Estos disparos recibieron el nombre popular de ‘rochazos’. Todo aficionado soñaba con presenciar unos de esos cacaos en directo. 

Emilio Viqueira tenía claro que Rocha debía firmar por el conjunto grana. Insistió al jugador para desanclarlo del Albacete, club donde también era un líder. Dos temporadas y media le bastaron para convertirse en un ídolo para la parroquia grana. La afición lo mimaba. Él lo agradecía sacando a relucir su mejor versión. Vicente Moreno fue un hombre clave en su carrera. Le dio las llaves del centro del campo grana. No las desaprovechó. Con el técnico valenciano alcanzó su plenitud futbolística. 

La trayectoria de David Rocha en el Nàstic cuenta con dos grandes episodios totalmente antagónicos entre sí. El primero es uno de esos instantes que se quedó grabado en la retina de todo aficionado grana. Sus lágrimas después de caer ante el Llagostera conmovieron. Reflejaron el gen grana que había ido creciendo en su interior. Lágrimas de tristeza y rabia. Aquella sensación de quedarse a las puertas del ascenso a Segunda División es una de las peores que puede experimentar cualquier futbolista curtido en la categoría de bronce.

Sin embargo, el destino le tenía preparado un episodio mejor, donde las lágrimas dieron paso a sonrisas imborrables durante un largo periodo de tiempo. El Nàstic logró el ascenso tan sólo un año después de caer ante el Llagostera. Lo hizo ante el Huesca. Aquel encuentro de la vuelta de la eliminatoria en el Nou Estadi fue inolvidable. El Nàstic arrasó con un Rocha protagonista. Suyo fue el segundo tanto que encarriló el ascenso a la categoría de plata. 

Su rendimiento en el fútbol profesional no pasó desapercibido. La Segunda fue un escenario donde también sacó a relucir su calidad. Sus actuaciones llamaron la atención del Houston Dynamo quien cerró su fichaje en enero de 2016. Su despedida sigue presente en la memoria grana. Se iba un ídolo. Un hombre querido por afición, cuerpo técnico y vestuario. Las lágrimas brotaron con una naturalidad imponente en la sala de prensa del Nou Estadi. Aquella fue una despedida inolvidable con un regusto de ‘hasta pronto’. 

Este sábado (20.45h) Rocha volverá al que fue su hogar. El Nou Estadi recibe al Oviedo de Fernando Hierro, que busca una plaza para el play off. El templo grana se llenará para rendir pleitesía a uno de sus héroes más recientes. 

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