Un mercado invernal con pocos movimientos para el Nàstic

En Tarragona los seguidores del Nàstic están cogiendo la costumbre de mirar el mercado de invierno como un bote salvavidas. Un reválida capaz de enderezar un rumbo que va directo hacia la tempesta y el naufragio. Lo ha sido durante los últimos años en la lucha por la supervivencia en Segunda División. Este curso se esperaba no tener que acudir a la recuperación de enero pero la mala situación del equipo obligará al club a hacer un esfuerzo para enmendar los errores del mercado de verano. Si no todos, al menos, algunos de ellos.
Sin embargo, mientras los hinchas utilizan los dedos de las dos manos para contar los refuerzos que creen hacen falta en la plantilla, la entidad tarraconense planea, a día de hoy, pocos movimientos. Fuentes internas apuntan que no habrá un gran desembolso. Las intenciones iniciales señalan que las operaciones invernales serán entre dos y tres fichajes y el mismo número de salidas. 

Con el play-off cada vez más lejos y el equipo concentrado en pelear más por sacar la cabeza de la zona baja que por acercarse a las primeras posiciones, parece arriesgado llevar a cabo una revolución en la plantilla. Sería una inversión alocada en un mercado que generalmente ofrece descartes y futbolistas rebotados de otros equipos y categorías. Si bien puede proponer jugadores que en verano parecían imposibles porque esperan tener minutos en clubes de categoría superior, suelen ser más bien escasos esas gangas y demasiados los pretendientes que pugnan por ellos. Por entidad el Nàstic podría competir por estas oportunidades de mercado, pero su situación en la tabla no acompaña a la hora de convencerlos.

Un capítulo de salidas reducido

El capítulo de salidas también será reducido aunque a muchos les gustaría ver una desfilada importante de jugadores que no han dado la talla. Hay futbolistas que están esperando esa ventana de traspasos para abandonar Tarragona. Ellos tendrán la llave de si finalmente el número de incorporaciones es superior al inicialmente planeado.

Si el Nàstic puede salir beneficiado con algún traspaso inesperado, no sería descartable que aceptara una oferta razonable por alguno de sus futbolistas menos utilizados. 

Todo esto, apuntan desde la entidad, no quiere decir que desistan de pelear por cumplir con el objetivo inicial: entrar en el play-off. Siguen confiando en la plantilla y el técnico Toni Seligrat a quien se encomendaron tras la destitución de Xavi Bartolo.

Un cese que estremeció el proyecto encabezado por Sergi Parés. El vallense ha visto como la plantilla trabajada y confeccionada meses antes de abrir el mercado no ha estado a la altura de lo esperado. El escaso rendimiento del equipo, en un club que esperaba volver a sentirse ganador en Segunda B, ha puesto al responsable máximo de la parcela deportiva en una situación de vulnerabilidad dentro del club. Tendrá que afinar muy bien este mercado de invierno, las pocas piezas que pueda tocar, para reparar parte de esa credibilidad que se había ganado en Reus y con la que llenó de ilusión la grada del Nou Estadi. 

Mientras espera ese apertura del mercado, los futbolistas del Nàstic esperan poder cerrar el 2019 con victoria. Tienen delante dos encuentros. El jueves en compromiso de la Copa del Rey ante el Olot (Nou Estadi, 20.00 horas) y el domingo en Liga ante el Hércules (Nou Estadi, 17.00 horas). Dos encuentros que pueden conseguir traer algo de calidez a un parón navideño que de lo contrario puede ser aún más frío de lo esperado. De momento, la plantilla y empleados del club disfrutaron ayer de una comida de Navidad con un deseo común, mirar más arriba que abajo.