Al Nàstic no le convence el futuro de la Primera RFEF

Los dos modelos que presentó el pasado 17 de enero la Federación Española para la gestión y explotación de la Primera RFEF no han convencido en algunos aspectos a muchos de los clubes participantes de la categoría. En concreto a 18 de ellos y entre los que está el Nàstic que ha confirmado de manera oficial su malestar. Estas 18 entidades se han unido para reclamar una reunión urgente a Javier Vich, director de la competición, que se ha negado a realizarla. Ante este panorama, los clubes han decidido hacer públicos los motivos de su malestar.

Lo primero que han querido recalcar en la carta publicada es que en los dos nuevos planes de la categoría presentados por la RFEF se esperaba un nuevo sistema “que permita el crecimiento de la categoría, con la seguridad financiera necesaria”. Además, también se esperaba una “continuidad en la comercialización de los derechos de televisión, ampliando la participación activa de los Clubes en la redacción del cuaderno de venta y la supervisión del proceso”.

El malestar por el funcionamiento de la categoría ya fue adelantado por Josep Maria Andreu, presidente del Nàstic, en la pasada Junta de Accionistas en la que calificó a la categoría de Primera RFEF como “deficitaria”. Se esperaban cambios importantes en los nuevos modelos que presentó la Federación, pero no fue así. El A apuesta por la continuidad del actual, mientras que el B, sí que incluye cambios, pero que ni mucho menos han satisfecho las demandas de los clubes que se han plantado.

El Modelo B hay que decir solo se aplicaría en caso de contar con el voto unánime de todos los clubes participantes. Este modelo apuesta por mantener tanto las ayudas de la RFEF, como los ingresos por la comercialización de los derechos TV y de aquellos otros activos comerciales que sean gestionados por la Federación de tal forma que el sumatorio de los tres representará un valor mínimo equivalente al de esta temporada; a nivel de control económico se apuesta por uno basado en las reglas UEFA, lo que implica un sistema de licencia previo sin la cual el club no puede competir en Primera Federación; y también se creará una Comisión de clubes negociadora del convenio colectivo con los sindicatos de futbolistas. Por último, los clubs apelarán las decisiones disciplinarias a un órgano arbitral que cumpla con los requisitos normativos que hayan sido fijados por el Gobierno en el desarrollo reglamentario de la ley del deporte. Una serie de condiciones que no han gustado nada a 18 de los clubes participantes y así lo han hecho saber.

El primer punto del Modelo B en el que no se está de acuerdo es en la negociación colectiva. “Creemos que este asunto no puede ser objeto de cesión a la RFEF, aunque se vista bajo el paraguas de la coordinación o mediación, ya que la normativa vigente deja claro quiénes son los actores legitimados al efecto”, señala carta publicada.

El segundo punto que tampoco gusta nada a los clubes es el del arbitraje. “Se pretende imponer a los Clubes el sometimiento a arbitraje de cualquier decisión disciplinaria en apelación, privándoles de su capacidad para optar por otras jurisdicciones habilitadas por el ordenamiento jurídico”.

Tampoco satisface nada el tema de la cesión de activos publicitarios. “Se condiciona la comercialización de activos a la intervención directa de la RFEF, sin definir qué se entiende por activos vinculados o relacionados con la Primera Federación; y se nos prohíbe realizar acciones conjuntas para la comercialización de cualquier activo del Club, en un ejercicio de claro agravio comparativo respecto de los clubes filiales, a los que se les consentiría sin limitación alguna”.

En la carta también hay otros dos aspectos a los que se le da una vuelta y que se consideran claves como son: la explotación comercial y el control económico. Sobre el primer punto se asegura que “la propuesta nos parece adecuada, al contar con nuestra participación y, por tanto, con la posibilidad de aportar ideas de mejora y de viabilidad comercial”. Mientras que del control económico se dice lo siguiente: “consideramos imprescindible que se nos facilite el contenido del desarrollo reglamentario que conllevaría su puesta en marcha, así como todo lo relativo a las obligaciones formales y materiales del sistema de control en sí y de las licencias, dada la trascendencia de estas para el desarrollo futuro de la competición”.

En el final de la carta todos los clubes denunciantes piden encarecidamente a la RFEF a reformular los dos modelos de competición que deben regir la próxima temporada la Primera RFEF.

Ocho clubes del Grupo 1 (CF Talavera, UD Sanse, Linares Deportivo, AD Mérida, RB Linense, Unionistas de Salamanca, San Fernando CD y Rayo Majadahonda) y diez clubes del Grupo 2 (Real Unión, CD Numancia, CF Intercity, Nàstic, UE Cornellà, SD Logroñés, CD Eldense, CF La Nucía, Osasuna Promesas y SD Amorebieta).