El Nàstic no llega al inicio de la temporada en las mejores condiciones. Las dos derrotas, ante Olot (1-0), en Copa Catalunya, y Espanyol B (1-0), han descubierto las dificultades provocadas por las bajas. La pretemporada ha sido muy costosa. Especialmente la Copa Catalunya que ha obligado al conjunto dirigido por Raül Agné a visitar campos de césped artificial como el Castelldefels o Vilafranca. Superficies maltrechas y que obligan a extremar precauciones en los futbolistas para evitar lesiones. Pese a ello, ha habido hasta siete bajas que dejan al equipo en cuadro para comenzar lo que de verdad importa, el campeonato de liga.
Las bajas afectan a todas las líneas, excepto la portería, donde a la seguridad de Manu García, hay que añadir la tranquilidad que ha transmitido Dani Parra cuando se ha situado bajo los palos.
En defensa el principal foco de atención del técnico del Nàstic es el lateral zurdo. Joan Oriol no estará disponible por su lesión en el gemelo y porque tiene dos partidos de sanción que cumplir por su expulsión en la final del play-off ante el Villarreal B de la pasada temporada. El recambio natural del cambrilense es Nil Jiménez, pero el lateral barcelonés ha estado varias semanas sin entrenar por un problema en el cuádriceps derecho. Su último partido fue el amistoso en Olot (1-3). Desde entonces ha estado haciendo trabajo al margen del grupo. La previsión, no obstante, es que el exfutbolista del RCD Espanyol pueda estar disponible para recibir a la UD Logroñés el domingo en el Nou Estadi. Eso sí, su ritmo de competición no sería el mismo que el resto de sus compañeros.
Por si acaso, Raúl Agné ha ido realizando pruebas para encontrar un sustituto del lateral en caso de que no pueda contar con él. Pol Domingo ha sido el principal elegido, pero en el último partido se mostró frágil y el técnico optó por ubicar a Tirlea en esa demarcación a pie cambiado. Otra opción que ha manejado el preparador de Mequinenza es Bonilla. El soriano ha desarrollado gran parte de su carrera como lateral. Para esa demarcación lo firmó el Nàstic, aunque en las últimas temporadas se ha situado más como interior o extremo zurdo.
Agné respiró algo aliviado cuando vio que Gorostidi aguantar buena parte del segundo tiempo en Olot. El centrocampista vasco llevaba arrastrando un problema en la cadera desde el partido en Vilafranca que le había impedido participar en los otros amistosos. Volver a contar con él en el último compromiso de pretemporada permite ser optimista e incluso hacerle salir en el equipo de partida en liga. Aunque suponga acelerar su puesta a punto.
No hay más remedio. Con Pedro del Campo en el dique seco durante un mes, aproximadamente, por una nueva lesión en el cuádriceps, hasta hace unos días tan solo tenía a su disposición a Montalvo y Elías. El primero cuenta con toda la confianza del club. Tanto como para darle una ficha del primer equipo en lugar de mantenerle como futbolista del filial. El segundo, el extremeño, todo lo contrario.
En la delantera la llegada de Guillermo Fernández, el flamante fichaje de esta temporada, también modera los problemas ofensivos provocados por las bajas. Con Lupu convaleciente de una operación en la mandíbula -dos meses de ausencia- y Aarón Rey también con molestias, el técnico grana ha recurrido al canterano Marc Álvarez y al joven Víctor Valverde para acompañar a Pablo Fernández. Habrá que ver el estado en el que se encuentra el nuevo delantero del Nàstic. Si está en condiciones de ser titular o solo puede participar unos minutos.
Tras una pretemporada de más a menos, el Nàstic arrancará este domingo esté como esté con la clara premisa de conseguir sí o sí el ascenso a Segunda División.
