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Sólo la inesperada pandemia ha podido parar la excelente progresión de Àlex Rodríguez (Sant Hipòlit, 1993), que ha firmado su mejor temporada en la OK Liga.
¿Cuánto hace que no se pone unos patines?
Desde el entrenamiento del 12 de marzo. Desde los 2 años que convivo con unos patines, incluso en verano no dejaba de ponérmelos cuando era niño. Así que nunca había estado tanto tiempo sin ellos. No ha resultado fácil y estoy deseando volver a entrenar en la pista, con el resto de los compañeros. Miras atrás y ya han pasado tres meses. Demasiado tiempo.
La pandemia le cortó un año excepcional a nivel personal. Quizás el mejor de Àlex Rodríguez en la OK Liga.
Sin el quizás. El mejor año, sin duda. No sólo a nivel de sensaciones, también a nivel de números. Desde el primer día me sentí a gusto, disfruté mucho y eso se notó en la pista. El final no fue como quería, ni yo ni el equipo, porque estábamos bien situados en todas las competiciones. Nunca sabes lo que hubiera podido pasar. Nos hubiera encantado competir la temporada hasta el final y comprobar qué límites teníamos. Estoy seguro de que hubiéramos dado mucha guerra.
Su rendimiento no ha pasado desapercibido para el mercado, sobre todo para el portugués. La curiosidad de otros clubs, ¿llegó a distraerle?
No me ha distraído nada. Cuando te dedicas a esto sabes que forma parte de tu trabajo. A mí me queda un año de contrato y aquí en Reus me siento bien. No me preocupa demasiado lo demás. Sé que es incluso normal que te coloquen en otros lados y, claro, Portugal, por el potencial de su campeonato, es un lugar atractivo, pero nunca me he dejado llevar por estas cosas. Mi rendimiento está ahí y me siento muy tranquilo.
Va a encarar la nueva temporada con su futuro en el aire, sin saber qué va a pasar dentro de unos meses. Sólo con un año más de vinculación. ¿Cómo lo gestiona?
Estoy tranquilo. Después de lo que está pasando con la pandemia, uno se da cuenta de que no tiene mucho sentido hacer planes a largo plazo. Me centro, primero, en volver a entrenar y luego en recuperar el nivel que he podido exhibir esta temporada. Estoy convencido de que el coronavirus no me va a cortar la progresión. Eso es lo que me ocupa ahora, porque si no rindo a buen nivel, no hay futuro. Así que lo gestiono con calma. No tener atado el futuro puede formar parte de la vida de un deportista.
Ese rol de actor principal en el Reus, ¿lo ha asumido de forma consciente?
Nadie me ha dicho que tengo que tomar más responsabilidades, creo que va un poco con mi personalidad. Lo he hecho de forma natural y no ha sido complicado para mí. Desde niño que he tenido ese carácter y lo he mantenido. En el Reus se ha convertido en una evolución. Cuando llegué sabía que necesitaba adaptarme a un club grande y, con el tiempo, he asumido más peso y responsabilidad.
Se encuentra a las puertas de un nuevo desafío, aunque las dificultades económicas del momento van a dificultar el mercado, también para el Reus. ¿Ve al equipo capaz de competir con las grandes potencias europeas?
El Reus, por historia, está obligado a estar siempre ahí. Lo sientes desde el primer entrenamiento de la pretemporada. En los últimos años se ha marchado el quinteto inicial que ganó la última Copa de Europa y hemos competido siempre. De hecho, el único título que se ha decidido en la pista esta última temporada lo ha ganado el Reus. Así que, estoy convencido, de que volveremos a pelear con los mejores.
Es un secreto a voces que Raúl Marín vuelve al equipo. ¿Qué les va a aportar?
Estoy contento porque, más allá de la amistad que nos une fuera de la pista, va a ser muy importante para nosotros. Vuelve con el nivel de juego tan alto que siempre ha mostrado y se va a encontrar a un mejorado Àlex Rodríguez, así que me hace mucha ilusión formar dupla con él.
