Nàstic: presente triste, futuro ilusionante con la cantera

La temporada 2022/23 cerró el telón en el Nou Estadi con un cierto sabor amargo. Nada que ver con la diversión que ofreció el equipo grana sobre el césped. Esa victoria feliz con goleada frente al Alcoyano (3-0). Ni tampoco por el tramo final del equipo, consiguiendo la permanencia a dos jornadas para el final y una plaza para la próxima edición de la Copa del Rey. La decepción viene de las perspectivas iniciales. De plantearse el primer puesto a quedar a 16 puntos de distancia. O de confiar en la seguridad del play-off para ver cómo la quinta plaza se ha alejado hasta los siete puntos finales.

Pero no todo, en la temporada, ha sido malo. También han habido brotes verdes. Otra cosa es que se abonen correctamente para que puedan dar frutos en los próximos cursos. Uno de ellos es, sin duda, los futbolistas de la casa. Desde el primer día, con el debut de Marc Álvarez, hasta el último, con la alternativa de Albert Querol. Entre ellos, Boaz Hallebeek, que tuvo su momento hace unas semanas o Dani Parra, que debutó en Copa del Rey y luego en Primera Federación. Además, de Pol Domingo, ya consolidado en la plantilla, y Marc Montalvo.

Los canteranos no han sido simples peones. Marc Álvarez ha ejercido el rol de revulsivo y de reemplazo de garantías cuando uno de los cuatro futbolistas ofensivos necesitaban aire. A sus 21 años, el de Torredembarra le hubiera gustado tener más minutos y asumir más responsabilidad, pero para ser su primer curso en el primer equipo, 1.340 minutos en 33 partidos es una cifra bastante destacable. Quizás su histórico debut, con gol y asistencia ante la UD Logroñés, puso el listón muy alto. Siempre que ha salido ha ofrecido un punto más de intensidad, sacrificio y velocidad. Valores que han servido para que el equipo no se durmiera y compitiera hasta el final.

Dani Parra comenzó su participación en el verde como el arquero de la Copa del Rey (Racing Rioja, Málaga y Osasuna). Hasta que una lesión de Manu G. le abrió las puertas de la liga. Ha sido titular en cinco ocasiones.

El tercer debut canterano, el de Boaz Hallebeek, llegó de la mano de Dani Vidal. El técnico tarraconense ha sido una pieza fundamental en la apuesta por chicos de la casa. A todos ellos los ha conocido de su etapa en las categorías formativas. En muchos casos, siendo imprescindible para que dieran los pasos hacia arriba. No es raro, pues, que un formador de las inferiores del Nàstic sea el encargado de darles la oportunidad de debutar con el primer equipo. Se podría decir que es el desarrollo natural. «Ver debutar a jugadores que has ayudado a formar es un orgullo», aseguraba el técnico grana que ha confiado en estas últimas jornadas en Boaz Hallebeek como comodín defensivo. Relevó a Nil en la Nova Creu Alta como lateral zurdo y cerró la temporada como central frente al Alcoyano en el Nou Estadi. Un partido diferente. Por ser en casa y por escuchar a la afición corear su nombre: «Es una sensación única».

Albert Querol ha sido el último en añadirse a la lista de futbolistas debutantes de esta temporada. Lleva muchas semanas en la dinámica de entrenamientos del primer equipo. Incluso ha ido convocado en ocho ocasiones. A a la novena llegó el debut. En el Nou Estadi y con apenas un cuarto de hora en el que rozó el gol.

Mención aparte merece Marc Montalvo. Primero, porque su labor y actuación en su primera temporada como miembro del primer equipo ha sido descomunal. Y segundo porque probablemente sea la última. Tiene más de un pretendiente que están dispuestos a pasar por caja para llevarse al centrocampista de Riudoms.

Pol Domingo es el canterano más asentado. Con contrato, su futuro parece asegurado en Tarragona. A ellos se les podía haber unido Ivan de la Peña, que se lesionó gravemente en su debut en Las Gaunas.

No ha sido el año esperado, pero al menos ha acabado con muchas esperanzas de futuro depositadas en gente de la casa. Que sienten el Nàstic.