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La guerra entre buena parte de los clubes de Primera Federación y la Federación Española ha estallado y ha puesto la competición en riesgo. Al menos es la amenaza que ha lanzado el organismo dirigido por Luis Rubiales a el grupo de 21 clubes que se han opuesto a sus pretensiones. Entre ellos, el Nàstic. El presidente del club grana ha explicado este jueves tras la presentación de Marc Fernández, el único fichaje del mercado de invierno, la posición del club en la polémica abierta tras los rumores del fin del actual formato: «Nuestra postura, la mayoritaria en los clubes de Primera RFEF, es que debe existir un control económico. Copiar el mismo modelo de LaLiga, que se ha visto que funciona».
Las dos partes coinciden en que la competición «no puede seguir de esta manera, no tiene futuro». Los números hablan por sí solos. «Las pérdidas de la categoría durante la temporada pasada fueron de 40 millones de euros. Sin contar con los filiales. No es sostenible. Hay algo que no se está haciendo bien», ha asegurado Josep Maria Andreu. Y va a más. La inflación en los salarios de los jugadores está disparada. Hay clubes que ofrecen fichas que no podrán pagar si no consiguen el ascenso. Incluso admiten, entre bambalinas, que o suben o tendrán que liquidar el club. El año pasado ya se produjo la quiebra de varios clubes (Extremadura y DUX) y este año, pueden seguirles unos cuantos más. En casi todos los casos, exceptuando los filiales, se estira más el brazo que la manga, con presupuestos que generan pérdidas. El mismo Nàstic admitió en la última Junta de Accionistas que calcula una desviación entre ingresos y gastos de cerca de un millón y medio. La misma cantidad que el año pasado. Un dineral que no puede asumir por más tiempo.
No es la primera vez que el Nàstic solicita un control financiero más estricto a los equipos que forman el tercer escalón del fútbol español. Ya lo pedía en la antigua Segunda B y ha insistido con implantarlo desde el primer día de la Primera Federación. El curso pasado, nada más finalizar la temporada con la derrota en la final del play-off ante el Villarreal B en Vigo, la entidad tarraconense escribió una carta a la RFEF pidiéndole modificar ciertos aspectos de la competición, con especial hincapié en los términos financieros. Una petición por escrito que han solicitado otros clubes. Empezando por el grupo de 5 equipos (Dux, San Sebastián de los Reyes, Rayo Majadahonda, Balompédica Linense y Linares Deportivo), a los que la federación llamó ‘díscolos’ por crear una asociación paralela para negociar por su cuenta los derechos televisivos. Entonces el Nàstic se desmarcó. Ahora es uno más del grupo que ya cuenta con más de 20 clubes. La agrupación tendrá más fuerza para negociar este verano, cuando finalice el periodo de cesión de los derechos televisivos que firmaron los clubes con la RFEF. Para poder negociar de manera centralizada, el órgano futbolístico solicitó a los clubes que les transmitieran sus derechos para los próximos dos años. Una cesión que no ha sido, ni mucho menos, rentabilizada. De las promesas de 9 millones de euros de ingresos televisivos se han quedado en apenas 2 millones.
En las últimas semanas han habido reuniones en Madrid para tratar de acordar una reformulación de la Primera RFEF. En la última, la entidad presidida por Luis Rubiales presentó dos modelos. Uno sin control económico y otro siguiendo el modelo UEFA. No se pudo decidir por uno o por otro, dado que casi la mitad de los clubes no votaron. «Van a la suya», se lamentaba el presidente del Nàstic que añadía «la Federación está preocupada porque puede producirse un paro si no se arregla». Andreu no da valor a la amenaza de suprimir la Primera Federación y volver a la antigua Segunda B, porque «si se retrocede sería un fracaso y no habría hecho falta hacer tantos esfuerzos económicos».
