El amor que le procesa Marc Trilles al Nàstic es incuestionable. Siempre que tiene la ocasión de demostrarlo con palabras lo hace. Con hechos lo hizo durante 57 partidos en las tres temporadas en las que visitó la zamarra grana (2020/2021, 2021/2022 y 2022/2023).
Este pasado verano terminó su contrato en Tarragona y Molo le reclutó para su Tarazona. Un proyecto humilde, con un presupuesto limitado, pero que quería dar guerra en Primera RFEF y vaya sí lo está haciendo.
Trilles vivió una pesadilla en la primera vuelta en el Nou Estadi. El central quería ayudar a su equipo a ganar al Nàstic, pero no pudo apenas hacerlo porque no se había cumplido ni un minuto de juego cuando quedó fuera de combate tras un golpe con Pablo Fernández que le lesionó del codo.
El central de Vilafamés regresó con fuerza de su lesión y este pasado domingo completó su venganza ante el Nàstic. Trilles fue titular, capitán y líder general de la defensa de cinco que planteó Molo para secar al Nàstic. El plan salió a la perfección porque los jugadores lo intrepretaron a la perfección y el central ex del Nàstic fue una de las piezas claves para ello.
Trilles lideró a la defensa de tres centrales. La sacó cuando tocaba para que no se hundiera, en área propia se hizo gigante y terminó celebrando el triunfo por todo lo alto. Trilles se vengó con dolor de un club al que quiere. De la pesadilla del Nou Estadi de la primera vuelta al sueño de partido de la segunda en Tarazona.
