«No confío en que la nueva variante mejore nada»

Los usuarios de les Terres de l’Ebre muestran su descontento porque los regionales sigan acumulando múltiples retrasos

14 enero 2020 09:00 | Actualizado a 20 enero 2020 12:34
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La entrada en funcionamiento de la variante de Vandellòs no impide que el servicio ferroviario siga fiel a las viejas costumbres. Y es que el fin de las obras del nuevo trazado del Corredor del Mediterráneo no ha sido especialmente celebrado por los usuarios, ya que los primeros trenes en estrenar las vías empezaron a acumular retrasos desde primera hora de la mañana.

De esta manera, además de que a partir de las seis ya se registraron algunas demoras, el segundo tren R-16 que llegó a la estación de Tortosa lo hizo con 10 minutos de retraso. Es por eso que sus pasajeros no dudaron en mostrar su descontento ante una línea que teóricamente tendría que mejorar los tiempos de llegada: «No confío en que la entrada en servicio de nueva variante mejore nada. Llevo más de 10 años viajando con Renfe y sigue todo igual, con los mismos horarios espantosos que acumulan retrasos constantemente», declaraba Nil Aragón, quien se había subido en la estación de Hospitalet de l’Infant.

A pesar de que la mejora del tiempo de recorrido era uno de los objetivos de las nuevas infraestructuras de la variante, la mayoría de los usuarios afirmaron que no habían notado la diferencia. Cristina Lahera, que subió al tren en la nueva estación de Cambrils, decía que «hoy ha sido bastante puntual en llegar a Tortosa. Habitualmente acumula más retraso, pero la diferencia es casi imperceptible». Lahera es una usuaria habitual este mismo tren, ya que estudia en Tortosa y se desplaza hasta allí casi a diario. Por eso una de las novedades que más le molestaba era el cambio de ubicación en la estación de Cambrils, dónde coge el tren todas las mañanas. «No me gusta el cambio que han hecho. Ahora la vía me queda muy lejos y no está cerca de nada prácticamente. Nos vemos obligados a desplazarnos hasta allí en coche», seguía.

Por otro lado, había viajeros que valoraban más la afectación que la nueva variante de Vandellòs tendría para los trenes de alta velocidad. «Soy una usuaria habitual y el trayecto me ha costado el mismo tiempo que antes, ni ha mejorado ni ha empeorado», afirmaba Maite Miró, quien añadía indignada que «una ciudad que quiere crecer no se puede quedar con un servicio de cercanías como el actual. Además, nuestro territorio es el único que no cuenta con trenes de alta velocidad. Nuestros políticos no saben gestionar las necesidades de sus ciudadanos».

Más pérdidas que beneficios

Los cambios no llegan con muchos beneficios para los pasajeros ebrenses, pues en lo que a los cercanías y regionales se refiere, ni se mejoran las frecuencias ni los tiempos de trayecto que se ofertaban en 2016, antes de que se modificaran para incorporar los constantes retrasos que se producían durante las obras de la variante Vandellòs.

Además, con la oferta actual también se pierden los cuatro Euromeds que conectaban con Tarragona y Barcelona, y que se habían conseguido hace 3 años después de dos décadas pasando de largo. A cambio de todo esto, el 3 de febrero se pondrá en servicio una frecuencia diaria de tren de alta velocidad y, en l’Aldea, se adelantará el horario del primer Talgo para que su salida se efectúe a media mañana.

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