Dos investigados en L'Ametlla de Mar por un delito contra la fauna y marisqueo ilegal

Efectivos del SEPRONA de la Guardia Civil, el pasado miércoles día 6 de abril, durante el desarrollo de sus servicios de control sobre el medioambiente, pudieron observar un vehículo que les resultó sospechoso en las inmediaciones de una playa de l’Ametlla de Mar.

Los agentes, observaron igualmente a una persona que se encontraba próxima al vehículo en actitud vigilante, por lo que sin ser vistos por el individuo, permanecieron a la espera.

Tras permanecer un largo espacio de tiempo vigilando el turismo y al individuo, finalmente llegaron a ver como otra persona que vestía traje de neopreno y equipado para actividades de buceo, se acercaba hasta el coche portando una bolsa que parecía contener algo pesado, por lo que se personaron rápidamente en el lugar, procediendo a la inspección de la bolsa y a la plena identificación de ambos.

Así, encontraron en el interior de la bolsa, una gran cantidad de dátiles de mar (Lithophaga lithophaga), que una vez pesados arrojaron un peso total de 5 kilogramos.

La pesca de este molusco no es libre, e incluso puede ser delito contra la fauna, por lo que los agentes procedieron a iniciar una investigación de carácter penal y aprehendieron los dátiles de mar.

Los moluscos finalmente fueron llevados al Instituto de Investigación y Tecnologías Agroalimentarias (IRTA) para valorar su reintroducción en el medio natural.

Este molusco bivalvo, está incluido en el Listado Español de especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, así como en otros estatutos de protección estricta como la convención CITES, Directiva Europea de Hábitats, Convenio de Berna y Convenio de Barcelona.

Su explotación no solo supone una grave agresión al medioambiente, si no que puede constituir un delito previsto en el art. 334 del Código Penal, que puede llegar a ser penado con pena de prisión de seis meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses y en todo caso inhabilita para el ejercicio del derecho de cazar o pescar por tiempo de dos a cuatro años.

Como quiera que para su extracción es necesaria la destrucción de rocas marinas, en las que este animal construye las galerías que constituyen su hábitat, el SEPRONA ha solicitado el apoyo de personal especialista en buceo de la Guardia Civil perteneciente al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas, al objeto de que se confeccione un informe sobre el lugar de donde fueron extraídos, por si la roca hubiera sido dañada.

Caso que del informe se infiera la destrucción de su hábitat, no se descarta que los dos individuos citados, puedan ser investigados por nuevos delitos relacionados con el hecho.

Cualquier producto destinado al consumo humano, está condicionado a que su pesca esté autorizado y que la especie no esté sujeta a protección. Del mismo modo, debe de pasar estrictos controles sanitarios, especialmente el pescado y el marisco por lo delicado de su conservación y posibles efectos adversos para la salud, caso se consuma en mal estado, lo que hace que cualquier producto del mar deba ser controlado escrupulosamente, más aún si de su extracción pueden provocarse daños en el medioambiente.