Dos de cada cinco pymes se preparan para nuevos ERTE
Los impagos supondrán el cierre para el 13% de los negocios, según la Cepyme

Un trabajador de un bar cierra las puertas de su establecimiento.
Las restricciones a la movilidad y a la actividad que se están produciendo en muchas comunidades debido a la segunda ola de la pandemia suponen que un 38% de las pequeñas y medianas empresas estén preparando la vuelta al teletrabajo, y un 43% de ellas vayan a adoptar un nuevo ERTE.
Según el último sondeo de la patronal Cepyme realizado entre el 15 de septiembre y el 12 de octubre entre 1.300 microempresas, más de la mitad de los negocios (57%) ya sufren morosidad de sus clientes. La mitad consideran que estos impagos les provocará nuna situación de insolvencia o cierre. Concretamente, el 13% prevé que les llevará al cierre de la compañía, el 20% a una situación de insolvencia, y un 17% dicen que les provocarán una reducción de su estructura. Además, para la mitad supondrá «más necesidad de financiación o de gastos de financiación». Y no solo serán impagos por clientes privados, ya que el 36% de los encuestados contemplan que sufrirán un incremento también por parte de las administraciones públicas. Y el 30% de las pymes que sufren morosidad señalan que esta supone más de un 10% de sus ingresos.
Como consecuencia de la morosidad, la mitad creen que perderán clientes o que se reducirán sus márgenes de beneficio, aunque los pagos inminentes que más preocupan a los pequeños empresarios son los salarios, principal riesgo para el 60% de ellos. Por ello, el presidente de la Cepyme, Gerardo Cuerva, advirtió durante la presentación del informe que es un «error» que el Gobierno no deje que la pyme «se reajuste», ya que «en ocasiones puede ser necesario despedir a tres trabajadores para mantener a los otros 12, o de lo contrario la empresa se verá obligada a cerrar por completo su actividad». Y es que el actual pacto de los ERTE incluye la exigencia de mantener el empleo al menos seis meses después de haber realizado un expediente de este tipo, si es por fuerza mayor.
La morosidad se refleja en los plazos de pago a proveedores. En el primer trimestre, el periodo medio de pago se situó en 87 días, récord desde 2011, cuatro días por encima que en el último trimestre de 2019 y muy por encima de los 60 que establece la ley como máximo. Y eso que estos datos solo recogen el primer mes de pandemia, al ser de enero a marzo, por lo que se prevé que el periodo medio de pago la tendencia sea «ascendente». Cepyme recuerda que en el barómetro de abril ya se recogía que el 20% de las pymes preveían no pagar a sus proveedores por la crisis.
De hecho, el barómetro demuestra que la crisis está teniendo un mayor impacto en las pequeñas empresas. Solo las grandes redujeron el periodo medio de pago en el primer trimestre (de 69,8 días a 67,2), frente a las microempresas, que incrementaron esos plazos en 9,4 días hasta alcanzar los 89,9 días de media.
Por sectores, el de la construcción es el que peor paga. El barómetro de Cepyme indica que su periodo medio es de 101 días de media. Le sigue el sector textil, con 92,9 días y ambos registran incrementos de 1,6 y 3 días, respectivamente, frente al trimestre anterior. El del papel y las artes gráficas es el que mejor experiencia con los proveedores reporta, al reducir el periodo medio de pago de 83,3 a 74,8 días. Le sigue el sector agroalimentario, con 73,6 días.