La pensión llega en camión: la banca móvil da cobertura a casi 70.000 personas en Tarragona

Colldejou (Baix Camp), de 160 habitantes, se despierta con la normalidad diaria de siempre: los más madrugadores pillan su coche para ir a trabajar, la socorrista de la piscina municipal la limpia antes de abrir las puertas y el bar-restaurante del pueblo, el Casal de Colldejou, permanece abierto a la espera de los primeros clientes.

Dos veces al mes, la normalidad se rompe con la llegada de un camión estridente que tiene que sortear las sinuosas y estrechas calles del municipio hasta aparcar en la Plaça del Sitjar, delante del ayuntamiento de la localidad. Es la banca móvil de CaixaBank, que juntamente con Caixa d'Enginyers, vienen una vez al mes para ofrecer servicio bancario a los vecinos del pueblo.

La Generalitat de Catalunya inició el pasado mes de septiembre el servicio de 'Banca Mòbil de Catalunya' que llegó al Camp de Tarragona y el Baix Penedès en noviembre y a las Terres de l'Ebre en diciembre. En la demarcación el proyecto llega a 68.149 personas (7,91% de la población) de 103 municipios (55,98%). Colldejou es una de las localidades que se benefician de este servicio y, además, es la primera vez en la historia que tienen algo parecido en el pueblo, pues nunca tuvieron una oficina bancaria. 

Cuesta menos que la gente se anime en los pueblos más aislados
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​(Joan Carles Bonache, responsable de la banca móvil de la Direcció Territorial Catalunya de CaixaBank)

"Agradecemos mucho que vengan; si no, tenemos que ir a Mont-roig", explica Maria Dolors Mestre, vecina jubilada del pueblo que ha aprovechado la llegada de la banca móvil para sacar dinero. La jornada no tuvo freno: cuando alguien salía de la oficina, otro vecino entraba. Joan Carles Bonache, resonsable de la banca móvil de la Direcció Territoral Catalunya de CaixaBank, destaca que "al principio había una cierta desconfianza" pero que "mes a mes se incrementa el número de usuarios".

Para Bonache "cuesta menos que la gente se anime en los pueblos más aislados". Además, asegura que "en aquellos pueblos donde el alcalde tiene implicación relevante el servicio funciona". La comunicación con el usuario también es un factor importante para que el servicio triunfe en el municipio. El cliente Lorenzo Batista confirma que "me he enterado porque ayer recibimos una alerta en el móvil". El responsable de CaixaBank valora que "el boca a oreja entre los vecinos es muy efectivo" y confirma que "en breve iniciaremos sesiones informativas en todos los municipios".

Los minutos avanzan y los vecinos más veteranos de Colldejou van pasando por la oficina portátil. Son 50 minutos los que permanece abierta la banca móvil en el pueblo, así que no hay tiempo que perder. A Maria Dolors y Lorenzo se le suman Joan Llorenç y Josep Maria Artigau. Todos son jubilados y es que el 70% de los usuarios de este servicio tienen más de 70 años. "Les gusta la presencialidad, a muchos les cuesta utilitzar la banca digital", explica Bonache. La pensión llega en camión.

Vengo siempre para que no se larguen
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​(Isabel Cabré, usuaria de la banca móvil en Vilanova d'Escornalbou)

Joan valora que tenga el servicio "al lado de casa" y que para realirzar "cosas básicas como sacar dinero no tengo que ir hasta Mont-roig o Reus". También Josep Maria agradece el servicio y ve importante que "las cosas que tengan que ver con dinero me lo trate una persona y no un ordenador".

La banca móvil sigue su recorrido y se desplaza hasta Vilanova d'Escornalbou, municipio de 610 habitantes a 7,5 kilómetros al este de Colldejou. En esta localidad dos primas hermanas, Pura Cabré e Isabel Cabré, aprovechan para sacar dinero. Isabel es tajante con la banca móvil: "vengo siempre para que no se larguen". Pura explica que "siempre que lo necesito vengo" y agradece que el servicio sea presencial porque "la gente mayor no sabemos utilizar muy bien internet".

Durante la mañana también pasa por la banca móvil Pilar Oliver, que asegura que "es la primera vez" que acude. Los motivos son laborales, ya que durante la mañana trabaja. "He aprovechado las vacaciones para venir", comenta. Además, lamenta que el servicio "es muy puntual".

Cierre masivo de oficinas

Pese a que la mayoría de municipios de la demarcación que se benefician del programa (como Colldejou o Vilanova d'Escornalbou) nunca tuvieron en su localidad una sucursal bancaria, hay otros pueblos, normalemnte los más poblados, que vieron cómo se cerraban oficinas durante la crisis financiera de 2008. De hecho, la mitad (49,92%) de las personas que tienen en su localidad el servicio de banca móvil, en algún momento tuvieron en su municipio al menos una oficina bancaria. Son 34.023 personas en la demarcación que han pasado de recibir un servicio bancario constante a tenerlo exclusivamente una o dos veces al mes. 

El cierre de oficinas ha sido masivo. Tres de cada cuatro (74,07%) sucursales bancarias han cerrado en la provincia de Tarragona desde septiembre de 2008. Concretamente son 620 oficinas las que han cerrado sus puertas. Ha pasado de haber 837 sucursales a solo 217 en 17 años. Esto ha provocado que en los municipios más grandes y que mantienen al menos una oficina, la gente tenga que aumentar el tiempo de desplazamiento para llegar a una sede bancaria mientras que en las localidades más pequeñas los vecinos han perdido ese centro bancario de referencia y tienen que, irremediablemente, coger el coche para ir hasta el banco o, en su defecto, esperar a la llegada mensual de la banca móvil. 

Sin embargo, una amplia mayoría de personas en la provincia tienen oficina bancaria en su localidad. Concretamente son 784.954 personas, que representan el 91,12% de la población. Por municipios, hay un total de 73 que tienen sede bancaria (39,67%).

Sin ningún tipo de servicio

El objetivo del programa consiste en ofrecer a toda la población catalana un mínimo de servicios bancarios en su municipio. No obstante, en la demarcación son 8.388 personas (0,97%) de ocho municipios (El Catllar, Benissanet, Nulles, Salomó, El Masroig, Les Piles, Llorac y Vallfogona de Riucorb) que no tienen acceso a ningún tipo de servicio bancario. Desde el Departament d'Economia i Finances de la Generalitat aseguran que se les ofreció participar en el programa a todas las localidades sin entidad bancaria física y que fueron los municipios los que renunciaron a tenerlo. Los diferentes ayuntamientos han confirmado al Diari esta afirmación.

Por otro lado, preguntado por el Diari de Tarragona, Economia i Finances explicó que a día de hoy no puede hacer un balance de estos primeros meses de programa porque, según explican, es demasiado temprano para ello. Así que, por el momento, la Generalitat no ha decido si cuando termine el contrato con las entidades bancarias de aquí a dos años, ampliarán la cobertura o si, por el contrario, reajustarán el servicio a la baja.