El vermut como tradición de la mesa Mediterránea

Una de las bebidas más tradicionales de las comarcas de Tarragona afronta el presente como fenómeno turístico

29 noviembre 2018 12:30 | Actualizado a 29 noviembre 2018 12:50
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A veces, la receta de la felicidad viene embotellada en costumbres aparentemente humildes, pero llenas de sabor. Una mesa bajo el sol puede ser el perfecto complemento de un picoteo antes de comer y un buen vermut, una de las bebidas más arraigadas en las costumbres de los tarraconenses, es la bebida más característica de estos momentos en los que reina la gastronomía relajada y el producto local.

El vermut es el resultado de aromatizar un vino neutro de calidad con hierbas, una unión que permite una gran variedad de distintos maridajes. Existen dos grandes familias de esta bebida, el blanco y el negro, ambas de origen europeo, que aúnan el sabor de una bebida de la que ya encontramos rastro en la Grecia clásica. Durante los siglos XVII y XVIII ya encontramos elaboraciones y recetas de vermut y las comarcas de Tarragona -con Reus a la cabeza- se erigen como auténticas exportadoras de esta bebida de sabor inigualable, que explica en gran parte las tradiciones de nuestras comarcas. 

Hoy en día, la tradición permanece y la costumbre de tomar un tentempié antes de las comidas del mediodía, especialmente en días festivos, se ha encontrado con la especialización y crecimiento de un producto turístico y de calidad.

La consolidación de los estudios de Enología de la URV -que fue una de las primeras universidades a nivel estatal en implementar los estudios- y la inclusión de Tarragona y su zona de influencia como estándares de la dieta mediterránea, declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, han impulsado las bases de la expansión de una costumbre que, hace unos años,  parecía relegado a los estrechos márgenes de la tradición.

Hoy en día, existe una oferta estable y sólida de productores locales que reúnen la tradición con una oferta turística de calidad, basada en la calidad del producto y el sabor de la tradición.

De este modo, la celebración del vermut adquiere tintes de fiesta y de auténtico motivo para visitar el territorio, a partir de las visitas a los productores que, en los últimos años, se han esforzado por renovar su imagen y para ofrecer una auténtica apuesta que convierte un aperitivo en una base para hablar de nuestro clima, gastronomía y cultura. 

En un momento de consolidación de movimientos como el slow food –que entiende el producto gastronómico como placer, toma de conciencia y responsabilidad– los sabores del vermut cuentan con la responsabilidad de explicar la tierra en la que se producen, y cuentan con un gran número de actividades turísticas que explican también la evolución de una tierra con un marcado carácter Mediterráneo. 

A nivel gastronómico, la riqueza de los productores se transmite en la calle y la palabra vermut recoge tanto la tradición de la bebida como la costumbre social. A mediodía, las terrazas de cualquiera de las localidades de la provincia ofrecen un espectáculo callejero que agrupa a familias y amigos, reunidos en una de las tradiciones espontáneas más características de nuestro territorio, que forma parte de un ideario gastronómico.

El auge de la cerveza artesanal

Tradicionalmente, la consumimos rubia, pero puede ser negra, tratada con ingredientes para darle sabor –como frutas– o especiada. 
El auge del consumo de vermut y su posterior popularización de la tradición a la primera fila de la gastronomía avanza en paralelo a otras evoluciones similares, como es el caso de la cerveza artesana, una de las bebidas que, con el paso de los años, ha evolucionada desde la hegemonización de unas pocas marcas industriales hasta el descubrimiento de productores locales que apuestan fuerte p dar carácter a esta bebida ancestral, que forma parte indiscutible de nuestros momentos de ocio. 

De este modo, cada vez es más habitual encontrar locales de las comarcas de Tarragona que apuestan por dar cabida a los productores cerveceros de kilómetro cero y que ofrecen una variedad cada vez más amplia de opciones.

Ingredientes como la cebada, el trigo, la malta, los lúpulo y las especias son los encargados de firmar productos de autor que, cada vez más, captan la atención de los consumidores.

La oferta de nuevas cervezas artesanales locales sigue imparable y nos permite conocer nuestro territorio, siempre con un consumo responsable, por vías marcadas por el sabor.

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