M. Àngel Fuster: «No se puede dejar atrás a una parte de la población»

Miquel Àngel Fúster es presidente del Col·legi d’Economistes de Catalunya en Tarragona desde septiembre de 2018. Es licenciado en Ciencias Económicas por la Universitat de Barcelona (UB) y cuenta con cursos de Finanzas en el IESE.

Una caída del PIB del 5,2% en el primer trimestre del año, y con el confinamiento apenas empezado. ¿Qué nos espera?
El parón no es de toda la economía, pero hay una serie de sectores que pesan mucho. Fue todo muy rápido. El fin de semana del 8 de marzo todavía se estaban haciendo manifestaciones y mítings políticos, partidos de fútbol... el golpe ha sido demoledor. Le diría que ojalá se hubiese hecho el paro de forma más radical y antes. En la eurozona, en lugar del 5,2% de España, esta caída es del 3,8%. 

¿Porque algunos países pararon antes y más contundente?
Entre otras razones. Aquí influye mucho que, cuanto más pese el turismo y el sector terciario, más dura será la caída, pero otros países que tomaron decisiones de forma más rápida están teniendo consecuencias que no han sido tan devastadoras. Nuestro espejo era Italia, y ya hacía días que se veía que allí era muy grave. 

Pero no se supo ver.
Las consecuencias económicas que estamos teniendo tienen que ver con las decisiones sanitarias que se tomaron. Grecia solo tiene 140 muertos. Allí les dijeron a los ciudadanos la verdad de una forma muy rápida, y por eso la gente se confinó de verdad y se tomaron una serie de medidas importantes. Esa sensación de «a mí no me llegará»... eso es devastador.

Hecho lo hecho, ¿qué vamos a ver en el plano económico?
Hay una grandísima incertidumbre, porque estamos en manos de la evolución sanitaria, pero con previsiones de caídas del PIB que aquí en Catalunya se sitúan entre el 7% y el 8%. Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo, ha hablado de un rango de caída del PIB en la zona euro de entre un 5% y un 12%. La economía estará secuestrada mientras no recuperemos la normalidad.

Los datos de paro de abril están al caer...
Los datos de paro del mes de abril saldrán muy malos. Y no tan malos como tendrían que salir si tenemos presentes los ERTE, que no son un mal instrumento para proteger a las empresas, pero que aunque no te hagan aflorar como desocupadas a las personas involucradas, en realidad lo son. 

Desempleados que técnicamente tienen empleo.
Y también hay gente cobrando que no está generando nada. Hablo de funcionarios a los que les han cerrado sus centros de trabajo, empleados de banca... Son solo ejemplos, no quiero centrarme en ellos. Es algo que lo tienes que poner en relación con la caída real de la producción. Muchos de estos trabajadores están haciendo lo que pueden, teletrabajando desde casa, pero sus niveles de producción no son los mismos que eran. Es PIB que no se genera. Si lo vas sumando sector a sector, te puede dar una idea de la repercusión.

¿Qué impacto está teniendo en las comarcas de Tarragona?
En [la demarcación de] Tarragona, en términos porcentuales estamos en una situación no muy distinta a la del resto de Catalunya o España, con un sector turístico que representa entre un 10% y un 15% del PIB y que ha de sufrir muchísimo. Luego tenemos determinados sectores industriales a los que les puede costar despegar. Pero en turismo, no tenemos claro hasta dónde puede llegar a compensar el turismo nacional la desaparición del turismo internacional.

El sector empieza a reclamar medidas de rescate...
Es que hay cosas que no dependen ya de una recuperación de la demanda, sino de restricciones legales. Si esto se alarga, te vas a una caída del PIB más allá del 7% u 8%. Mi humilde opinión es que vamos hacia una especie de U, donde la parte derecha toma la forma de esas tubas del Tirol. Es una U muy alargada. Por supuesto que me gustaría una recuperación en V, pero eso solo lo veo posible si sale un medicamento que sea efectivo y que permita recuperar la economía con cierta contundencia general. Habrá sectores que sufrirán mucho y algunos, muy pocos, que saldrán reforzados.

El Nasdaq no cae. ¿Con tecnología tienes una oportunidad?
La tecnología parece que va por otro carril, efectivamente. Habrán subido las suscripciones a Netflix, subirá la facturación de las empresas que se dedican a ciberseguridad informática... Siempre hay pequeños ganadores en un contexto devastador. En este caso, un contexto en el que te tienes que remontar a la Guerra Civil o a la Segunda Guerra Mundial. No estamos hablando de 2008, sino de unas referencias muy duras.

¿Referencias de postguerra?
La diferencia es que si bien hay una caída en picado, no hay una devastación física. Y si cada parte que pueda ayudar a la más vulnerable asume que no se puede dejar atrás a una parte de la población, se conseguirá. Lo que hay que evitar es dejar atrás a una parte de la población que perderá ingresos, como las personas que perderán su empleo o los autónomos. 

Las bombas no destruyen la fábrica, de acuerdo. Pero si la fábrica no vuelve a abrir, el efecto es el mismo, ¿no?
La diferencia es que si bombardean la fábrica, reconstruirla es lento. Si no vuelve a abrir, en cambio, puede luchar por la liquidez, proteger a su plantilla con un ERTE y hacer todos los sacrificios posibles en pos de esa liquidez, como sea. El bien más preciado ahora es el cash, el efectivo, la tesorería... para ganar tiempo. Y quien tiene capacidad de verdad para ayudar en esto es la Administración.

¿Cómo?
Lo ideal serían ayudas directas, no tanto avales. Y luego, que cada uno que pueda ayudar, ayude. Que nos ayudemos entre empresas. Una empresa que tiene excedente de tesorería quizás puede ayudar avanzando dinero a un proveedor. Un ayuntamiento puede hacer un esfuerzo en el IAE. Pero, desde luego, en Estado de Alarma, el máximo responsable es el Estado español, que es quien se ha autoproclamado máxima autoridad competente, caballero blanco del coronavirus. Las ayudas directas deberían haber llegado antes, porque sin tesorería, que es el aire de las empresas, no puedes respirar.