Promover y prevenir, dos pautas clave

«El esfuerzo presupuestario debe incidir en formar a personas responsables y concienciadas con el autocuidado»

12 octubre 2020 11:27 | Actualizado a 12 julio 2021 17:56
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Nuestro sistema de salud pública actual tiene más de setenta años y nació para dar soluciones a una población marcada por continuos conflictos, una gran carestía de medios y recursos, y fuertes desigualdades sociales y económicas. Pero las razones que promovieron la creación de un modelo referente para el estado de bienestar y que significó un punto de inflexión en la generación de crecimiento, desarrollo y calidad de vida de los ciudadanos, ahora han dejado de serlo y el modelo ha quedado obsoleto. Es necesario y urgente su revisión para mantener la sostenibilidad del sistema y avanzar hacia un Estado que responda a la realidad y a las nuevas demandas de nuestra sociedad. 

«Por cada euro que se invierta en promover la actividad física y hábitos saludables ahorramos 50 euros del gasto sanitario»

España se encuentra por debajo de la media europea en lo que a gasto público sanitario se refiere con un 9,1% respecto al PIB (6,5% público y 2,6% privado), pero eso, no impide que sigamos encabezando la lista de los países del mundo con mayor esperanza de vida. Está claro que otras variables, a las que poca atención estamos poniendo, tienen una mayor incidencia en la salutogénisis de la población. 

El gasto sanitario seguirá aumentando. Es un hecho. Por un lado, nos enfrentamos a factores sociales que lo promueven como el envejecimiento de la población, los malos hábitos de salud, la cronificación de las enfermedades y, por otro, a factores que inciden sobre la oferta sanitaria como son los incrementos en el coste de la tecnología sanitaria o la alta fragmentación asistencial. Todo ello provoca que el gasto sanitario mantenga una trayectoria expansiva y al alza sin tener claro el modelo de financiación y de sostenibilidad. Debemos virar la trayectoria y fijar nuestros esfuerzos en otros datos. Estudios realizados a lo largo de la última década nos indican que por cada euro que se invierta en promover la actividad física y hábitos saludables ahorramos 50 euros del gasto sanitario. Además de que podríamos evitar o reducir algunos ya existentes como los 2.500 millones de euros anuales asociados a la obesidad en España o el coste de tratamientos causado por el tabaquismo de 7.700 millones cada año según marca el Ministerio de Sanidad.

Por ello, el esfuerzo presupuestario debe incidir en la promoción de la salud y formar a personas responsables y concienciadas con el autocuidado nutricional y emocional, así como promover entornos más saludables. Promover y prevenir son los objetivos a los que debemos incidir en la educación y en el gasto sanitario. Arrastramos barreras culturales y tabús sociales que nos impiden crecer con libertad, pero solo así conseguiremos elevarnos como sociedad y darle valor a lo que realmente importa: nuestra Salud.

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