Portavoz de Energía en la Comisión Europea desde 2006 hasta 2010, Ferran Tarradellas (Barcelona, 1966) es toda una autoridad para hablarnos del actual paradigma energético en Europa y ayudarnos a entender vías de futuro, como la reducción de emisiones, la creación puestos de trabajo y la disminuir la dependencia exterior
Háblenos del acuerdo de París.
El acuerdo de París es un compromiso en la reducción de nuestras emisiones de CO2 en un 40% en comparación con el de 1990. Desde entonces, Europa ha vivido un crecimiento económico entorno al 30%, y en cambio hemos conseguido reducir sustancialmente nuestras emisiones. Esto nos abre un nuevo paradigma importante. ¿Podemos hacer crecer la economía y que bajen las emisiones?
Eso mismo, ¿cómo?
Apostando por un cambio de modelo energético, que nos lleve más crecimiento económico y creación de empleo. En Europa tenemos una dependencia energética exterior de más del 50%. Si en vez de ir a comprar energía fuera, invirtiéramos en fuentes de energía aquí, nos permitiría crear puestos de trabajo, reducir la dependencia exterior y salvar el planeta.
Se ha celebrado una cumbre energética en Bonn para reducir el uso del carbón.
El carbón como fuente de energía va en contra de la lucha contra el cambio climático. Pero Europa tiene poco petróleo y gas, en cambio tiene bastante cantidad de carbón. Si se utiliza, que sea para que ser competitivos y que no tenga un impacto medioambiental negativo, utilizando, por ejemplo, métodos de captura y almacenamiento de CO2.
«Si mejoramos nuestra eficiencia energética seremos más competitivos respecto a países que tienen la energía más barata»España está por debajo de la media en energías renovables.
Hubo un momento en que estaba muy avanzada y tiene mucha energía eólica. Hay días en el que la mitad de la energía del país se genera por fuentes renovables gracias la situación geográfica. Con la legislación europea queremos crear un marco con todos los estados miembros para fomentar las energías renovables.
¿Cuál es su propuesta?
Que al menos el 27% de la energía que se genera sea de fuentes renovables. Hemos presentado el proyecto aunque al Parlamento Europeo le gustaría incluso llegar al 35%. Lo que ha pasado es que la reducción de los costes de las renovables ha sido más rápido de lo esperado y nos han pedido otro estudio para ver si puede ser más del 27% previsto originalmente.
A las renovables no les queda otra que ir al alza.
Y cada vez más. A largo plazo, la idea es que el año 2050 la economía se haya descarbonizado y dejemos de depender de los combustibles fósiles. Esto comporta un fuerte compromiso y cambios de hábitos como el uso de coches eléctricos o híbridos; reducir el transporte de mercaderías por carreteras y fomentar el de ferrocarril o el consumo marítimo a corta distancia; o disminuir el consumo de la calefacción y refrigeración en el hogar, ya sea con bombas de calor u otras energías limpias.
«A largo plazo, la idea es que el año 2050 la economía se haya descarbonizado y dejemos de depender de los combustibles fósiles»¿Las nucleares tienen fecha de caducidad?
La comisión europea se mantiene en una posición de distancia, ya que la competencia del mix energético es de los Estados Miembros. Cada país tiene su postura, pero todos coinciden en que las nucleares tienen que ser seguras, por eso la legislación europea es muy estricta al respecto.
Valore los seis objetivos marcados por Catalunya para 2050.
Ambiciosos y están en línea con la visión europea, y en algunos puntos va más allá. El programa catalán implica un cambio de modelo energético que se deberá culminar. En Europa se debe cumplir el programa de 2020: reducir un 20% las emisiones de CO2 respecto a 1990; que un 20% de la energía sea de fuentes renovables; y, el más importante, mejorar la eficiencia energética un 20%.
¿Por qué el más importante?
Tenemos que consumir un 20% menos de energía que la que consumiríamos sin hacer nada. Es el más importante porque la energía más limpia y eficiente es la que no se consume. Si mejoramos nuestra eficiencia energética seremos más competitivos respecto a países que tienen la energía más barata, reduciremos la emisión de CO2 y la dependencia exterior.
Es economía circular.
La economía circular va más allá. Nosotros lo llamamos economía verde y comporta un cambio de hábitos. Significa escoger electrodomésticos que consuman menos o cambiar el coche por la bici. Lo hemos visto con las bombillas incandescentes, que se calentaban y generaban energía, ahora se han cambiado por leds por ejemplo. Son pequeños gestos con el fin de reducir nuestro consumo.
Para acabar, en Tarragona tenemos variedades de energías.
Hay de todo, por eso es lógico que la investigación en energía se haga aquí. Hay las nucleares de Ascó y Vandellós, los parques eólicos de las Terres de l’Ebre y hace sol para alimentar a las fotovoltaicas. Por eso Tarragona es el pulmón energético de Catalunya.
