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El valor añadido bruto (VAB) de la demarcación de Tarragona creció un 1,2% en 2019, por debajo de la media catalana del 2,1%, según datos del Anuario Económico Comarcal de BBVA, que se presentó ayer. El informe también se fija en la evolución tras la crisis del final de la pasada década. Así, entre el 2013 y en 2019, el Camp de Tarragona creció un 16%, y Terres de l’Ebre un 9%, por debajo de la media catalana del 17,2%.
En el global de Catalunya, 2019 presentó un «crecimiento moderado, aunque más lento que en 2018 y el 2017», indicó Josep Oliver, catedrático emérito de Economía Aplicada de la UAB y director del Anuario Comarcal de BBVA.
Por sectores, el VAB del sector primario cayó en Catalunya un 3,1%. En este ámbito, las Terres de l’Ebre fueron la región catalana que mejor aguantó, con un descenso de sólo el 0,3%. El Camp de Tarragona se situó en un -2,7%. Por comarcas, el Montsià (2,5%), la Ribera d’Ebre (2%) y el Baix Camp (1%) fueron las únicas de la demarcación con registros positivos. El anuario lo justifica porque la aceituna, los frutos secos y los cítricos compensaron la caída de la uva o los cereales.
El VAB de la industria tarraconense también salió bastante bien parado. Las Terres de l’Ebre volvieron a ser la zona catalana con mejores registros, con un 1,7% positivo. El Camp creció únicamente un 0,5%, a diferencia del conjunto de Catalunya, que retrocedió (-0,3%). Unas cifras que se explican por la evolución de un 3,3% de la energía, a pesar de la caída de la química en un 1,4%.
El retroceso de la demarcación respecto al resto del país se explica por el menor crecimiento del VAB del sector servicios. Así, en el Camp aumentó un 1,2%, mientras que en el Ebre fue del 0,8%; ambas zpor debajo del 2,7% catalán.
El informe analiza también la evolución de la salida de la crisis global del 2007-2012. Según Josep Oliver, en la demarcación de Tarragona «los servicios son el único sector que claramente ha dejado atrás la crisis en términos de afiliación» a la Seguridad Social (+ 9,6% en 2019 respecto a 2007).
La recuperación experimentada en el periodo 2013-2019 en el Camp fue del 16%, por debajo del 17,2% de Catalunya. Terres de l’Ebre incluso quedó más atrás, con un ascenso del 9,1%. Sólo el Tarragonès (17,3%) se recuperó a un ritmo superior al de la media del país. En el otro extremo se halla la Terra Alta, que en siete años sólo ha crecido un 3%.
El director del Anuario BBVA también se refirió a la situación actual debido a la pandemia. De momento constató que en la demarcación de Tarragona la caída en las afiliaciones a la Seguridad Social «es más severa que en el conjunto de Catalunya». En buena medida, por el impacto de la Covid-19 en la llegada de turistas. Tampoco pasan por un buen momento las exportaciones, señaló Josep Oliver. Pronosticó que Terres de l’Ebre resistirá mejor que el Camp de Tarragona, debido a que en la estructura productiva de esta última cada vez tiene más peso el sector servicios.
