La OCDE se ha posicionado a favor de la propuesta del Gobierno de compatibilizar el 100% del cobro de la pensión con el trabajo para aquellos que hayan excedido la edad de jubilación, algo que ya es posible desde el 1 de enero de este año para los autónomos que tengan trabajadores a su cargo.
«Mejorar el empleo, sobre todo para los mayores, es esencial para lograr una adecuación de los ingresos por pensión en un sistema sostenible», defendió ayer Hervé Boulhol, el especialista en pensiones de esta organización.
La OCDE pone de manifiesto que España está entre los siete países de los más desarrollados que tiene limitaciones de ingresos, es decir, que por el momento quienes compatibilicen solo pueden cobrar el 50%, por lo que es «un impedimento» a prolongar la vida laboral. «Hay un menor incentivo en España para trabajar durante la jubilación», explicó en una jornada de la organización.
De hecho, apenas hay 40.000 personas que compatibilizan trabajo y pensión, según datos aportados por el Ministerio de Empleo, que también cifró en unos 7.000 los autónomos que se han dado de alta en enero para cobrar el 100% de la pensión y continuar trabajando.
La OCDE hizo hincapié en que el envejecimiento de la población se va a acelerar de forma incluso más rápida en España que en otros países, hasta el punto de que en 2050 se situará entre los Estados con la mayor tasa de dependencia de mayores.
En concreto, dentro de 32 años habrá 77 jubilados por cada 100 habitantes, un porcentaje que solo superará Japón. Hervé Boulhol resaltó que la edad media de jubilación de los españoles se sitúa en 62 años, 2,4 años menos que la media de la OCDE. Esto, unido a que viven más tiempo, supone que España está entre los Estados con jubilaciones más largas.
La OCDE ve «importante» que España aborde una «reforma integral, global» de su sistema de pensiones, y que lo haga «cuanto antes, mejor»Así lo cree el jefe de la unidad de pensiones en la División de Asuntos Financieros de la organización, Pablo Antolín.
Cualquier modificación debe medir tanto el sistema público de reparto como el de capitalización vigente en los fondos privados, porque «los dos son importantes y deben complementarse».
Aunque todos los países de la OCDE cuentan con un sistema público y otro privado, Antolín admitió que este último tiene poca incidencia en el caso español. Por ello, aconsejó que «cuanto antes se empiece a hablar, mejor».