Cada vez son más las películas de animación dirigidas a la familia. No sólo a los más pequeños de la casa, sino también a los padres. Se trata del disfrute de unos y otros sentados en la misma sesión. Eso que se llama cine familiar.
Cigüeñas cuenta la historia de Junior, una cigüeña que se dedica a repartir mercancía para una gran empresa. Todo se complicará cuando Junior active por error la máquina de hacer bebés y ésta genere una adorable niña de pelo rosa. El objetivo del protagonista será entregar el paquete que acaba de crear por accidente sin que su jefe se entere.
Como se ve, la trama es bastante simple y nada retorcida, aunque guarda numerosos gags con sorpresas y personajes de lo más inesperado. Su ritmo alocado logra que el espectador disfrute con sus chistes y situaciones, en algunos casos incluso fuera de lo previsible.
Ritmo supersónico
El hecho de que sea tan loca es debido, presumiblemente, a que su hora y media de metraje la película está tan llena de ideas gráficas y narrativas que para que pudieran entrar todas los directores se han visto obligados a ponerlas en pantalla a una velocidad supersónica.
No, no es que se trate de cigüeñas supersónicas, pero el ritmo de la película circula a una velocidad de vértigo.
Cigüeñas es tan simpática y dulce que uno llega a preguntarse si tanto Nicholas Stoller como Doug Sweetland (los directores) han disfrutado más haciéndola que el espectador viéndola. Verdaderamente, es una sorpresa encantadora, agradable y divertida, además de bienintencionada. Tierna pero enérgica, la película logra equilibrar el humor salvaje con el aspecto más emotivo para llegarnos al corazón.
La polémica
El objetivo de Cigüeñas no es crear polémica, aunque algunos lo entiendan así. La controversia se debe a que casi al final la película muestra en una rápida secuencia a parejas del mismo sexo recibiendo bebés, causando confusión entre algunos niños espectadores. La secuencia, que pasó inadvertida en los trailers de promoción del filme, ha suscitado malestar y desató la difusión de mensajes contra el filme. Nos busquemos tres pies al gato. Ni a la cigüeña.
