‘He encontrado cosas que preferiría no haber visto’

Ana María Macho, investigadora privada, defiende que debería existir la figura del investigador de oficio para las mujeres que sufren violencia de género                  

05 junio 2017 10:49 | Actualizado a 24 noviembre 2017 19:59
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Ana Maria Macho es diplomada en investigación privada y dirección de seguridad. Macho tiene más de 20 años de experiencia en su ámbito. Después de 16 años de actividad profesional en Tarragona es, desde hace unas semanas, directora de la agencia Indaga O Callaghan en Tarragona. También es presidenta de la Associació d’Empresàries i Directives del Camp de Tarragona.

Es investigadora privada pero da la cara para la entrevista ¿Eso es porque eres la jefa?
-(Risas) No, precisamente en esta nueva aventura lo bueno es que no hay jefes. Si que soy la responsable de Tarragona, pero aquí cada uno aporta donde es más fuerte. 

-Pero, ¿le ha tocado cambiar de aspecto? 
-Sí, pero no solo a mí. Piensa que si tienes que hacer una espera de 12, 14, horas, tienes que ir cambiando  de aspecto. No es tanto como un transformismo pero utilizas prendas de vestir que no sean llamativas, negro, azul marino, sin estampados... Si has venido con el pelo suelto luego te haces una coleta, o te pones una gorra,  gafas...

-¿Hay muchas investigadoras?
-Cada vez más. Cuando yo empece a trabajar mi jefa era una mujer... Las mujeres pasamos más desapercibidas...  Hay  detectives buenísimas a las que he visto hacer virguerías.

-¿Cómo es la formación de un detective? ¿Hay intrusismo?
-Años atrás había más intrusismo, pero tenemos una ley de seguridad privada, de 2014, que es muy estricta. El principal requisito es la diplomatura; una vez finalizada, el ministerio del interior da una tarjeta de identificación profesional. No se pueden tener antecedentes y hay que estar colegiado.

-Porque recaban pruebas para presentar ante un tribunal.
-Son las únicas que podemos aportar en un tribunal. Estamos habilitados tanto para la prueba escrita, como  la de vídeo y audio. 

Las infidelidades son una mínima parte de lo que hacemos

-Se les relaciona, sobre todo, con las investigaciones de infidelidad, pero ¿es lo que más hacen?
-En nuestro caso es una mínima parte. Con la crisis estos servicios  se han considerado de lujo; las parejas deciden no separarse,  quedarse con la duda... En el caso de familias lo que sí que se trabaja mucho es el tema de revisión de pensiones, de custodias compartidas y seguimiento de menores.

-La mayoría de los servicios que ofrecen son para empresas. Incluso hacen ‘mistery shopping’. ¿Eso qué es? Suena a programa de la tele.
-Es un servicio de los de siempre. Normalmente te contratan empresa de servicios: una tienda de ropa, una agencia de viajes, un hotel... Básicamente lo que quieren saber es si la persona que están atendiendo el negocio lo están haciendo bien... Somos el típico cliente pesado... Pero también hacemos seguimiento de flotas de transporte,  informática forense... El ámbito es amplísimo.

-¿Ha encontrado cosas deseado no haber descubierto?
-Sí, muchas veces, Sobre todo hay dos cosas que me afectan muchísimo, que son la violencia de género y los menores que sufren algún tipo de agresión. Son temas escabrosos y que te tocan y te enervan, especialmente cuando la justicia no hace lo que toca.

-De hecho propone que, igual que los abogados de oficio, haya un detective de oficio para violencia de género.
- Si, llevamos años años luchando sin poder conseguirlo... Lamentablemente las mujeres que son agredidas, no solo lo son físicamente y cuesta que la justicia coopere si no timen un ojo morado, un brazo roto... Sería un recurso para esas mujeres, para demostrar que la están siguiendo, que la están acosando, persiguiendo, coaccionando... Imagínate vivir con miedo siempre, esas mujeres no duermen, no comen, no viven...

-El otro problema es que no podéis reconocer quien os contrata es un acosador.
-Sí, precisamente es lo que pasa si viene un señor y te dice: creo que mi mujer, mi novia, me está siendo infiel... No somos adivinos y muchas veces sólo te sirve tu intuición porque no hay una vía legal para consultar, por ejemplo si ese hombre tiene una orden de alejamiento... Las veces que me ha ocurrido, que han sido pocas, he hecho una manifestación en comisaría y nunca me he equivocado. Tenemos un negocio y es para ganar dinero, pero no a costa de todo.

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