El botón que hay junto a los semáforos de peatones se ha convertido en un compañero de vida de los que caminamos por las calles de la ciudad.
Alguna vez en la vida nos hemos preguntado si de verdad funciona y hace que estemos menos tiempo esperando a que el semáforo se ponga en verde.
Caminando por las calles de Tarragona me doy cuenta de que los ciudadanos confían en ese sistema, a veces pienso que es porque la luz blanca que no para de parpadear aparece en el semáforo y por tal de verla apagada le damos. Pero no, en realidad sí funciona. Me encuentro en uno de los pasos de peatones cercanos al hospital Joan XXIII, se pone en rojo y activo el cronómetro, no pasa nadie durante más de dos minutos y medio. Lo que más me llama la atención es que después de casi tres minutos sigue en rojo, hasta que llega un señor y aprieta el famoso botón. Diez segundos después...¡Magia! Se ha puesto en verde.
El paso de cebra me traslada a una subidita que me lleva al lado de la cárcel de la avenida República Argentina.
Allí la presencia de peatones es más alta que del lugar que arranca mi experimento. Hay dos pasos de cebra que va en dos sentidos. Es uno de los lugares tarraconenses que más se ignoran los semáforos a causa de la gran visibilidad que hay, ya que se puede ver al horizonte de los dos carriles si vienen vehículos o no. Me espero a que se ponga en verde para pasar, cuando esto sucede veo que arranca una cuenta atrás de 2o segundos y que hay una novedad para los peatones. La luz blanca con el símbolo blanco del botón comienza de nuevo a parpadear. Mientras pasan los segundos imagino que el botón da unos segundos extras para que bien gente mayor o personas con movilidad reducida puedan pasar por ese doble paso de cebra sin mayores complicaciones.
Algunos peatones cruzan en rojo si no vienen vehículosDespués de cruzar voy bajando la avenida República Argentina dirección plaza Imperial Tarraco. Veo que hay otro paso de peatones similar al de antes pero al estar cercano a una rotonda la gente no se la juega porque pueden venir coches en cualquier momento.
Este paseo me hace pensar que darle al botón se ha convertido para nosotros como una rutina.
