'Ready Player One': vuelve el Spielberg más palomitero

El cineasta atiborra la película de guiños nostálgicos. Su particular ‘regreso al futuro’ es un homenaje a la cultura pop de los 80 

31 marzo 2018 18:14 | Actualizado a 13 junio 2018 17:38
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El gran rey del espectáculo y la fantasía en Hollywood está de vuelta. Tras varias cintas históricas sobre periodismo o política, Steven Spielberg estrena ahora Ready Player One, una ambiciosa película de ciencia-ficción que, según explica él mismo, le ayudó a despertar de nuevo su imaginación.

De nuevo enfrascado en la tarea de crear nuevos mundos para la gran pantalla, Spielberg fichó para Ready Player One a los jóvenes actores Tye Sheridan (Mud) y Olivia Cooke (Bates Motel) que, acompañados por veteranos como Mark Rylance (que ya trabajó con el cineasta de Cincinnati en El puente de los espías y Mi amigo el gigante) o Ben Mendelsohn, modelan una cinta que, por encima de todo, es un apasionado homenaje a la cultura popular de los años ochenta.

Ambientada en 2045, Ready Player One retrata una sociedad hastiada y en declive en la que todo el mundo se conecta a ‘Oasis’, una realidad virtual de unos y ceros en la que hasta la felicidad parece posible.

Tras la muerte de su extravagante creador James Halliday (Rylance), ‘Oasis’ organiza un concurso para escoger a su nuevo propietario y en el que participa Wade Watts (Sheridan), un improbable héroe en la vida real pero que bajo su avatar Parzival pretende alzarse como vencedor. Será el punto de partida para que Wade se enfrente a jugadores, poderosos enemigos corporativos y otros competidores despiadados, dispuestos a hacer lo que sea, tanto dentro de 'Oasis' como del mundo real, para hacerse con el premio.

Con una frenética acción y maestría en el uso de la tecnología que es el sello de Spielberg, Ready Player One inventa un universo atiborrado de guiños nostálgicos y tiernos a la cultura popular, desde videojuegos arcade a personajes como King Kong e Iron Giant pasando por películas muy queridas como Regreso al futuro (1985), El resplandor (1980) o Alien, el octavo pasajero (1979).

El director, que fue clave para modelar esa mitología con cintas como Tiburón (1975), E.T. (1982) o la saga de Indiana Jones, defiende el gran poder que tienen los recuerdos para atrapar al público.

Y, precisamente, eso es lo que consigue Spielberg: atrapar al público gracias a su vertiente más palomitera. Enganchar al espectador durante dos horas y 20 minutos y ofrecerle una explosión centelleante de cultura pop. Se trata de una película irregularmente hipnótica, pero conseguida  y un verdadero placer para los ojos.

Ready Player One hace grandes cambios en aspectos específicos y estructurales de la obra literaria escrita por Ernest Cline, pero mantiene intactos su espíritu y su nivel de emoción. Y es que esta adaptación del libro está llena de referencias a la cultura popular.

 
Seguramente es la película más estilizada de Spielberg desde A.I.: Inteligencia Artificial. Pero con una diferencia: esta es mucho más divertida. Un espectáculo alucinante y un viaje nostálgico a la cultura de los años 80.

'El justiciero'

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'Una razón brillante'

Neïla Salah es una joven del extrarradio parisino que sueña con ser abogada. Se ha matriculado en la facultad de Derecho más importante de París, pero el primer día de clase tiene un enfrentamiento con Pierre Mazard, un profesor algo conflictivo. Para redimirse, el profesor propone a Neïla ayudarla a preparar una importante prueba a nivel nacional. 

 'El club de los buenos infieles'

Cuatro amigos de la infancia, todos ellos casados, se reencuentran una cena de exalumnos. Hablando se dan cuenta de que sus matrimonios son un fracaso porque, aunque quieren a sus esposas, ya no las desean. Dispuestos a encontrar la solución deciden crear un Club de Infieles para salir a espaldas de sus mujeres.

 

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