Novecientos euros de multa y la retirada del carnet durante un año por un delito contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y seis meses de prisión y retirada del carnet durante un año por desobediencia grave de negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia.
Es la pena que el Juzgado de lo Penal 4 de Tarragona ha impuesto –y que la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona ha confirmado– a un conductor que se saltó un control de los Mossos y huyó a gran velocidad. En cambio, se le ha absuelto de un delito de desobediencia.
Los hechos se remontan a las seis y media de la mañana del 1 de marzo del año pasado. El acusado, de nacionalidad española, iba al volante de un turismo Honda Accord.
Cuando llegó a un control preventivo de alcoholemia que los Mossos d’Esquadra tenían en el kilómetro 136,500 de la carretera C-31, en el Vendrell, desatendió las indicaciones de los agentes cuando le ordenaron que parara para someterse a la prueba de alcoholemia. Aceleró bruscamente con la intención de evadir el control policial, siendo perseguido por una patrulla que, mediante señales acústicas y luminosas, le ordenaba que parase.
El procesado aceleró nuevamente y se incorporó a la carretera N-340, sentido Barcelona, sin respetar la señalización de ceda el paso. Circuló a gran velocidad por dicha vía hasta que los agentes consiguieron darle el auto en el kilómetro 1.193,500. Presentaba síntomas de haber bebido e incidía excesivamente en su intención de orinar sin atender a ninguna indicación.
A la hora de someterse a la prueba de alcoholemia, la interrumpió voluntariamente hasta en ocho ocasiones. Se le informó de sus consecuencias y de sus derechos, «manteniendo a pesar de ello su actitud obstativa e incluso negándose a firmar el acata».