Joan Maria Vidal: «Hay que adaptarse para poder sobrevivir»

Gerente de un Garden en Altafulla

02 noviembre 2020 11:12 | Actualizado a 03 noviembre 2020 09:06
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Un total de 25 personas de localidades tarraconenses explican cómo es la vida en lugares de especial complejidad: la erosión emocional, el miedo a la enfermedad, la indignación con la gestión política, la preocupación por la situación en los centros sanitarios o la desesperación por haber perdido el trabajo son sentimientos que transitan por estos ciudadanos, en algunos casos trabajadores esenciales.

Son empresarios, autónomos, emprendedores, estudiantes, deportistas o desempleados de lugares como Tarragona, Reus, Sant Carles de la Ràpita, Mont-roig del Camp, Tortosa, El Vendrell, Prades o Valls.

«Lamentablemente, de la primera oleada de la pandemia hemos tenido que aprender muchas cosas. La cosa no está clara y este es un año difícil para todos. El confinamiento fue muy duro. Mantener vivas las flores y plantas del Garden tuvo un coste muy elevado y había que comercializarlas a un precio que la gente no quería pagar. Las ventas on line nos ayudaron a sobrevivir, ante la caída de las mismas, tanto por Semana Santa, Sant Jordi y el Día de la Madre».

«Para nada soy proclive a las lamentaciones y toca, en materia de salud, ser prudentes y precavidos, mientras que en lo concerniente a la actividad económica hay que adaptarse, en lo posible, a la nueva situación inverosímil del todo, para poder sobrevivir». «En la parte positiva, señalar que este verano se ha vendido más jardinería que en otros años. La gente ha conocido lo que es tener que pasar muchas horas en casa y por ello ha querido dotar los hogares de un espacio con plantas».

«Mi otra dedicación, la del teatro amateur, tambén se ha visto que muy afectada. Pertenezco al grupo l’Enramada del Catllar y dirijo el elenco Treateràpia, de Altafulla. Precisamente estos días con Treatreràpia teníamos que actuar en Reus y en Creixell, con la obra que estrenamos en agosto, Crema cremada, con localidades ya vendidas. Sabemos que «la cultura es segura», pero duele mucho no poder llevar a los escenarios este montaje tras muchos esfuerzos y sacrificios».

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