En la Casa dels Xuklis, en Barcelona, viven desde hace un par de meses Abdellah Tata, Btissam Farhati y su hija Sara. Se trata de un conjunto de 25 apartamentos pensados para familias con niños afectados de cáncer y que deben someterse periódicamente a visitas y tratamientos en el hospital de la Vall d’Hebron.
Desde esta casa provisional esta familia de salouenses luchan contra la enfermedad de su pequeña, una niña de 13 meses a quien este pasado mes de julio se le diagnosticó una leucemia mielomonocítica juvenil, un cáncer raro que provoca que las células sanguíneas inmaduras llamadas blastos fabriquen una cantidad excesiva de mielocitos y monocitos (dos clases de glóbulos blancos). Esta cantidad excesiva satura la médula espinal y otros órganos y desplazan las células normales causando los síntomas de esta variante de la leucemia.
Sara nació a finales de septiembre de 2019 y a los pocos meses «vimos que estaba inquieta, tenía fiebre y le notamos la presencia de ganglios en parte del cuerpo», explica Abdellah Tata, su padre. La pequeña empezó en el CAP de Salou, se derivó al hospital Joan XXIII de Tarragona y acabó en verano en la Vall d’Hebron, cuando las analiticas y la exploración de la bebé confirmaron qué enfermedad padecía. Desde entonces, y ayudados por la Asociación Afanoc, la familia vive temporalmente en la Casa dels Xuklis.
El Ayuntamiento de Salou, al conocer el caso de Sara, quiso aportar su granito de arena y ponerse a disposición de la familia. La pequeña está ahora en tratamiento, con quimioterapia, pero solo es una cura temporal mientras se busca a un donante de médula, la solución al cáncer que padece la pequeña salouense.
SPor esta razón, el Ayuntamiento ha querido esta semana que parte de la maratón de sangre que se lleva a cabo hoy y mañana también sea una puerta de esperanza para la familia de Sara.
Los donantes de médula deben ser compatibles al 100% (hermanos) o con un porcentaje casi rozando esta totalidad, explica el director del Banc de Sang i Teixits del Camp de Tarragona i Terres de l’Ebre, Albert Soley. En este segundo caso, el donante acostumbra a ser alguien sin relación familiar, ya que con los parientes cercanos la compatibilidad es del 50% o un porcentaje cercano, muy lejos de la necesidad para un trasplante.
Sara no tiene hermanos y por ello sus padres esperan a que aparezca un donante que salve la vida de su pequeña. El cáncer de Sara solo se cura con un transplante que permita cortar la producción de los globulos blancos que le perjudican
Asi, la maratón de sangre también invita a la gente a ser donante de médula, que en este caso es un análisis de la sangre para que la persona entre en un banco de donantes de carácter mundial y en caso de necesidad llevar a cabo la operación para que el receptor pueda curarse de la leucemia
Subsistir
Mientras la familia está en Barcelona, la única preocupación es la salud de Sara y el deseo a encontrar al donante para el transplante. Sin embargo, Abdellah admite que tienen otro problema importante en Salou.
Abdallah solo cobra 430 euros al mes y su esposa, nada. El dinero es insuficiente para pagar el alquiler de su piso (450 €) de la calle Colom. «Hemos tenido la suerte de contar con amigos y gente que con el problema de Sara nos han echado una mano, pero somos conscientes que además de la salud de nuestra hija será difícil sobrevivir», se sincera el padre, que solo quiere arrancarle una sonrisa a su pequeña.
