Vila-seca destinará el Ateneu Pi i Margall a equipamientos públicos

El Ayuntamiento ha recibido el inmueble en donación y tan solo tendrá que asumir las deudas, unos 20.000 euros

02 octubre 2022 20:47 | Actualizado a 03 octubre 2022 07:00
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El Ayuntamiento de Vila-seca continúa ampliando sus propiedades en el Centre Històric. Después de la adquisición de varios locales comerciales para dotarlos de nuevos servicios municipales y de comprar la sede de la Cooperativa Agrícola, el consistorio se ha hecho ahora con el edificio del Ateneu Pi i Margall, en la plaza de Voltes. Así se formalizó en el pleno municipal de este viernes, que sirvió para aceptar la donación del inmueble realizada por parte de los socios de esta entidad histórica.

El Ayuntamiento no pagará nada por la transacción y únicamente deberá asumir las deudas pendientes del edificio, que ascienden a unos 20.000 euros. Tal y como explicaron desde el equipo de gobierno, el futuro del inmueble será convertirse en un nuevo equipamiento público, aunque todavía no está claro cual será su función.

El alcalde, Pere Segura, agradeció el gesto de la junta del Ateneu Pi i Margall y aseguró que hacerse cargo de este inmueble es «un reto que cogemos con entusiasmo, con voluntad de preservar su esencia y su historia y darle otro uso público». Segura afirmó que la decisión sobre qué funciones tendrá este edificio emblemático del Centre Històric se tomará «entre todos». «Sea la que sea, se basará en preservar la historia del edifico, su legado, la historia de la asociación y las esencias que se han llevado a cabo a lo largo de su historia», dijo.

El concejal de Hacienda, Xavier Farriol, también puso en valor la historia del Ateneu y apuntó que «es una sociedad con una trayectoria muy larga y fecunda en nuestro municipio», pero que «como todas las sociedades, ha sufrido la evolución de los tiempos, y actualmente ha llegado a una situación en la que la junta cree que lo más oportuno es hacer una cesión de este inmueble al pueblo de Vila-seca».

Cabe recordar que, hasta hace poco tiempo, el Ateneu Pi i Margall tenía alquilados los bajos del edificio a una entidad bancaria, pero la sucursal desapareció el año pasado. Hace cinco años, cerraba también un restaurante que ocupaba otro de los locales y, últimamente, el inmueble había servido para acoger los ensayos de los Xiquets de Vila-seca.

El pasado mes de febrero, ya se inició el expediente de declaración de especial interés y utilidad pública de la transmisión de esta finca. Ahora, la aceptación de la donación se aprobó por unanimidad en el pleno, aunque una parte de la oposición lamentó que la situación de la sociedad Ateneu Pi i Margall, fundada hace casi un siglo, en 1929, haya llegado hasta el punto de tener que desaparecer.

Desde Vila-seca en Comú tendieron la mano al equipo de gobierno para definir el futuro del inmueble. «Tendrán todo nuestro apoyo en las decisiones que tome el ayuntamiento para lo que se quiera hacer en un futuro», indicó la concejala Núria Miret.

Por su lado, la concejala de Decidim Vila-seca, Pineda Vaquer, lamentó que «la aceptación de este edificio no deja de tener una cara muy triste, porque supone la desaparición de una sociedad histórica» y consideró que ha faltado apoyo por parte del consistorio. «Es un golpe importante para el mundo asociativo del municipio», señaló. En este sentido, Vaquer alentó al equipo de gobierno a trabajar para conservar estas entidades históricas. «Todavía quedan tres sociedades vivas en Vila-seca y este momento debería servir como toque de atención para ponerse las pilas y comenzar a dar apoyo a estas entidades para evitar que se pierdan», reclamó.

El Ateneu Pi i Margall nació en 1929 y desde sus inicios acogió todo tipo de actos sociales y culturales como charlas y conferencias, la primera a cargo de Rovira i Virgili.

En la sesión plenaria del viernes, el Ayuntamiento también aprobó poner en marcha una nueva concesión para el parque acuático de La Pineda de dos años más otros dos prorrogables. Esta medida pretende garantizar la continuidad de la actividad en este recinto, de propiedad municipal, mientras se decide el futuro turístico que debe transformar esta zona de La Pineda. Cabe recordar que el consistorio quiere llevar a cabo un concurso internacional de ideas para definir la transformación del espacio que hoy ocupan Aquopolis y Pachá, cerrada desde 2020. La actual concesión caduca el 31 de diciembre después de 35 años de historia y de la prórroga de un año que se otorgó a raíz de la pandemia.

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