Joan Sempere, Premi Roseta Mauri: «En el escenario disfruto y me olvido de todo»

El ganador empezó a bailar a los 6 años. Ahora estudia en el Centre de Dansa de Catalunya

17 marzo 2024 09:45 | Actualizado a 17 marzo 2024 09:49
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¿Qué le ha motivado a participar en el Premi Roseta Mauri?

Todo lo que sea pisar un escenario y ganar experiencia es una oportunidad, así como aprender de profesores como Arantxa Argüelles.

¿Cómo ha sido la convivencia?

Muy positiva, ya que he compartido la experiencia con otros compañeros del Centre de Dansa de Catalunya y me he reencontrado con otros bailarines y bailarinas. Todos nos alegramos del éxito de los demás, lo que para mí es muy importante.

¿Por qué cree que ha cautivado al jurado?

Por mi tranquilidad. Soy una persona que cuando sale al escenario se olvida de todo y cada vez disfruto más de la experiencia. Interpreté la Variación Flamas de París, que es una variación con mucho carácter, y otra neoclásica creada con la ayuda de mis profesores Roser Muñoz y Joan Boix.

¿Qué despertó en usted la pasión por la danza?

A los seis años empecé danza moderna como actividad extraescolar, y a los nueve decidí probar con otra modalidad, la danza clásica en el Conservatorio de Castellón. Después, a los doce años me trasladé a Barcelona para seguir estudiando en el Centre de Dansa de Catalunya.

¿Cómo fue el cambio?

No fue un cambio exagerado, ya que, como era muy pequeño, tampoco era del todo consciente de lo que quería hacer; fue más por diversión y entretenimiento. Pero después me di cuenta de que la danza clásica era lo que verdaderamente me gustaba y por ello me trasladé a Barcelona.

Actualmente, compagina los estudios con la danza. ¿Qué es lo más fácil y lo más difícil?

Estoy estudiando segundo de Bachillerato Artístico a distancia para poder compaginarlo con las clases de danza. Lo más fácil es que la danza me ayuda a desconectar; lo difícil es compaginar ambas cosas porque a las clases de danza se le deben de dedicar muchas horas. Lo importante es saber gestionar el tiempo.

¿Cuándo supo que la danza era el camino a seguir?

Cuando di el paso de ir a Barcelona porque me encontraba sin mi familia. Gracias al Centre de Dansa de Catalunya todo este trabajo ha sido posible.

Dejar atrás la familia no debió ser fácil.

Aunque fue difícil, supe gestionar bastante bien la situación y al principio veía a mi familia de manera más frecuente. En aquella época, conviví con dos compañeros más de la escuela, por lo que estuve muy a gusto.

¿Cómo es su día a día?

Por la mañana estudio. Después, a la una del mediodía entro en el Centre de Dansa y empiezo las clases; y hay días que salgo a las siete de la tarde y otros a las nueve de la noche.

Para mejorar la preparación, en el centro se realizan espectáculos de danza. ¿Qué roles ha interpretado?

Del Cascanueces, el Príncipe, la Danza Rusa, la Danza China y Danza de los Mirlitones. Hace años, hice de campesino en la producción Giselle y actualmente interpreto al Príncipe en la producción de la Cenicienta.

¿Hacia dónde le gustaría proyectar su carrera?

Con 17 años, es un buen momento para iniciar mi trayectoria profesional en alguna compañía joven.

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