Anna Batet, enfermera: «Podemos educar a los adolescentes sobre los peligros de las bebidas energéticas»

Ha realizado una investigación sobre el consumo y cómo las políticas educativas pueden ayudar a disminuirlo

14 febrero 2024 12:52 | Actualizado a 21 febrero 2024 10:50
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Una investigación realizada por la enfermera Anna Batet, del Col·legi Oficial d’Infermeres de Tarragona (CODITA), analiza el consumo de bebidas energéticas entre los adolescentes y cómo las políticas educativas pueden ayudar a disminuirlo. En sus conclusiones, la enfermera explica que «desde la Enfermería se puede actuar de diversas formas para ayudar a frenar el consumo de estas bebidas en adolescentes. La más relevante es la educación, ya que podemos educar a los adolescentes y sus familias sobre los peligros del consumo excesivo que provocan, incluyendo los efectos a corto y largo plazo».

En esta misma línea, Anna Batet señala que «especialmente, ayudaríamos si las enfermeras estuviéramos presentes en el proceso de desarrollo de las políticas escolares relacionadas con la venta de bebidas energéticas; también a través de la promoción de opciones saludables, de esta forma se puede promover la nutrición adecuada y la actividad física para mejorar los niveles de energía sin depender de estas bebidas. Y por último, a través de la consulta enfermera, mediante la detección temprana de un consumo excesivo y la realización de evaluaciones de salud para detectar también posibles problemas relacionados con el consumo».

4 de cada 10 estudiantes ha tomado bebidas de este tipo en los últimos 30 días

Y es que la intervención educativa en edades escolares es fundamental si tenemos en cuenta que buena parte del consumo de estas bebidas se produce entre los jóvenes entre 14 y 18 años. De hecho, el Ministerio de Sanidad realiza anualmente una encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (Encuesta ESTUDES). Así, pregunta sobre el consumo de bebidas energéticas y los resultados más recientes indican que 4 de cada 10 estudiantes ha tomado bebidas de este tipo en los últimos 30 días, siendo la prevalencia mayor en los chicos (50,7%) que en las chicas (39,0%). Se observa también que el mayor consumo en las chicas se produce a los 15 años y en los chicos a los 17 años.

Por todo ello, la enfermera de CODITA, Anna Batet explica que «está comprobado que en niños, adolescentes y adultos jóvenes, estas bebidas no tienen ningún beneficio en el organismo y lo único que provocan es un aumento del riesgo de sufrir consecuencias graves. Sabemos que la cafeína aumenta el nivel de alerta y el de locomoción, por tanto, uno de los principales efectos adversos es la afectación cardiovascular y respiratoria, como las taquicardias, siendo el efecto secundario más prevalente, y también problemas neurológicos. Otra sintomatología adversa es la aparición de ansiedad, irritabilidad y somnolencia».

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