Expertos de varias especialidades participantes en una jornada sobre la «gordofobia» defienden la necesidad de visibilizar ese tipo de actitudes con el fin de acabar con lo que consideran como una forma más de discriminación de la sociedad.
Así lo pusieron de manifiesto juristas, psicólogos o nutricionistas en una jornada organizada en Santiago de Compostela por el Consello da Cultura Galega (CCG) y la Valedora do Pobo acerca de esa actitud social discriminatoria hacia personas que sufren sobrepeso u obesidad.
Según la psicóloga Lucía Trigo, experta en nutrición, «la violencia estética de la gordofobia acaba haciendo mucho daño» en el ámbito de la «salud mental», ya que contribuye a «aumentar la ansiedad y a disminuir la autoestima». Trigo señaló que el exceso de peso corporal lleva a menudo a la sociedad a ejercer presión sobre los individuos, al centrarse en la necesidad de adelgazar y de adoptar hábitos saludables para que «el bienestar y la calidad de vida de las personas mejore». Añadió, sin embargo, que las personas en esa situación, además de tener que afrontar esos problemas físicos, sufren adicionalmente, un «estigma social» que requiere en muchos casos tratamiento.
«El impacto de la redes sociales es brutal», apostilló, y señaló que algunos estudios muestran que una mayor exposición a ese tipo de comunicaciones genera «mayor insatisfacción corporal en general».
Las redes sociales están llevando a muchas personas a ‘aparentar lo que no se es’
Por ello, adviertió contra la proliferación de estereotipos de cánones de belleza que llevan a hacer creer que son una única expresión del cuerpo ideal, y consideró necesario favorecer la «diversidad» humana.
La apariencia
También la editora Covadonga D'Iom consideró que las redes sociales están llevando a muchas personas a «aparentar lo que no se es, no se vive o no se tiene».
En ese sentido, atendiendo a que el aspecto físico constituye un componente importante para los jóvenes en una etapa fundamental del desarrollo de su vida, genera muchas frustraciones por el hecho de que las redes telemáticas sociales pueden inducir a creer en «una determinada imagen para ser aceptado».
D’Iom invitió a un «cambio de mentalidad» para «no juzgar a la gente por su aspecto», en especial en la «actitud hacia la gordura», porque eso «no es una razón para evaluar a alguien». La presidenta del CCG, la lingüista Rosario Álvarez, pidió que se acabe con la «discriminación y la intolerancia» que sufren las personas por su aspecto físico y hace un llamamiento a la sociedad a que «nadie sea excluido», ni por «supuestos patrones» de idealización del cuerpo humano ni por otras causas.
Por su parte, la jurista Dolores Fernández, Valedora do Pobo, señaló que la gordura «no la viven de la misma manera las mujeres que los hombres» y consideró necesario un esfuerzo para «visibilizar la discriminación por gordofobia». añadió además que la Constitución, aunque establece la igualdad de todos los ciudadanos y la no discriminación «por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social», «no figura la gordofobia», pero destaca que la última parte genérica alude a esas y otras situaciones.
