El juez social de disciplina deportiva de LaLiga ha castigado al CF Reus con el descenso administrativo a Segunda B y tres años sin volver al fútbol profesional, además de una multa de 250.000 euros debido a las diferentes irregularidades de la gestión anterior por parte del antiguo propietario, Joan Oliver. Entre ellas, los impagos a jugadores, cuerpo técnico y empleados. La deuda declarada del CF Reus es de más de cinco millones de euros.
El juez advierte en su resolución que la llegada de los nuevos propietarios norteamericanos y su intención de saldar esa deuda y sanear el club no tiene nada que ver con las infracciones anteriores y por eso sigue manteniendo la postura inicial de sancionar al club. Cabe recordar que la propuesta inicial de LaLiga era de cinco años de castigo sin volver al fútbol profesional. Se han quedado en tres, de momento.
El club rojinegro tiene la opción ahora de recurrir a la sanción y de acudir al Tribunal Arbitrario del Deporte (TAS) para intentar rebajar esta sanción. Los nuevos dueños norteamericanos se encuentran ahora mismo en Madrid con la intención de reunirse con el presidente de la Federación, Rubiales, y el de LaLiga, Javier Tebas.
Una vez conocido el castigo, todos los jugadores del CF Reus quedan libres de compromiso con el club en este mercado invernal. La mala gestión de Oliver ha dejado al club en un escenario sin precedentes y con la amenaza de desaparición.