Eladi Vallduví (Reus, 26 de abril de 1950) puede presumir de haber acudido como deportista a los Juegos Mediterráneos de Split‘79, donde ganó, Argel’75 y Esrmina’71. Además, en la edición de la cita celebrada en Bari el año 97 acudió en condición de entrenador y seleccionador nacional.
En Alger’75 vivieron una situación angustiosa…
Los barracones que nos asignaron eran del ejército y estaban infectados de cucarachas. Los directivos del equipo español tuvieron que ir a buscar insecticida a España y volver para poder desinfectar la plaga que había.
Además también sufrieron gastroenteritis y las condiciones de higiene no eran las mejores…
No había lavabos sino letrinas. Era un hoyo en el suelo al lado mismo del comedor y la cocina y encima estaban atascadas.
Finalmente, a pesar de las dificultades, fue cuarto.
No estaba en condiciones óptimas, por eso valoro la posición conseguida en la clasificación como positiva.
Nada más acabar de competir usted y Esteban Azkue pidieron que les retornaran a España…
Sí, porque las condiciones eran del todo desfavorables.
En los Juegos de Esmirna’71 que se celebraron con anterioridad fue octavo...
Fueron mis primeros Juegos y estaba muy nervioso.
También participó como deportista en los Juegos de Split’79, donde ganó...
El día anterior luchábamos por la primera posición con un tirador italiano. Yo sabía que el último día se decidiría todo en los últimos 50 platos y así fue, yo no fallé ni uno y él lo hizo en dos.
¿Las instalaciones estaban bien?
La Federación de Yugoslavia hizo todas las instalaciones completamente nuevas y estaban muy bien.
Usted ha estado en cinco Juegos Olímpicos. ¿Qué diferencias hay entre ellos y los Juegos Mediterráneos?
La verdad es que los Juegos Mediterráneos son mucho más fáciles debido a que el nombre de naciones participantes en ellos es menor.
