Agua en lata rodeada de arte. O, dicho por Daniel Domínguez Giménez (Valls, 24 años), «experiencias encapsuladas». Es la propuesta de Capta laVie, el proyecto impulsado por este artista con estudios superiores en danza que se hizo con el Premi Explorer 2023 en Tarragona, organizado por Tarragona Impulsa en colaboración con Banco Santander.
Residiendo en Rotterdam (Países Bajos), donde cursaba sus estudios universitarios en danza, la pandemia de Covid-19 le llevó a rescatar en el año 2020 un canal de YouTube, llamado Capta laVie, en el que se mostraba bailando, para dar paso a una comunidad de artistas que más tarde derivó en una empresa que prestaba servicios de marketing para artistas y cursos de arte multidisciplinar.
Con tres socios en los Países Bajos y un equipo de hasta 10 personas involucradas en el proyecto, Daniel Domínguez decidió regresar a Valls y cerrar la empresa. «Capta laVie -explica- se estaba convirtiendo en una comunidad de hippies», explica, cuando su espíritu emprendedor le pedía otra cosa: «Yo quería facturar».
Con la aventura holandesa terminada, una marca (Capta laVie) y algunas experiencias valiosas en la maleta, ya de regreso en Valls en el año 2022, Daniel Domínguez se inscribió en un ciclo formativo de comercio internacional, donde simuló en cada una de las prácticas y ejercicios cómo sería aplicar los conocimientos que iba adquiriendo a un proyecto empresarial al que llamaría, en buena lógica, Capta laVie.
Un Plan de Negocio hecho paso a paso y clase a clase, que le llevó a ganar el Premi Explorer 2023 en Tarragona, y que ahora, tras pivotar en diversas ocasiones desde su primera versión en Rotterdam, cuenta ya con un mínimo producto viable que, en breve, podría tener su primera venta.
Su propuesta es, a partir de una red de artistas plásticos colaboradores, diseñar y producir (de forma externalizada) latas de agua personalizadas y únicas, en formatos de 330 y 500 mililitros, como elementos de marketing para empresas y eventos. Desde organizaciones que quieran tener su imagen de marca en este soporte, pasada por un filtro artístico que no rechaza la Inteligencia Artificial Generativa como una herramienta más para su expresión (que permite disparar exponencialmente las iteraciones de una creación), hasta festivales de música, conciertos o eventos deportivos.
Provistos con códigos QR que pueden llevar a nuevas extensiones multimedia para esos contenidos artísticos (pero también a plataformas de compra), Daniel Domínguez concibe estas «experiencias encapsuladas» como piezas únicas que en algún momento pueden tener un valor más allá de su pura funcionalidad como recipientes de agua, reteniendo un momento irrepetible en el espacio y en el tiempo.
Con un equipo hoy de tres personas a tiempo parcial, confía cerrar el presente 2024 con unas 6.000 latas vendidas y una facturación de unos 24.000 euros.
