El Gobierno elevará la previsión del PIB tras la aceleración del segundo trimestre

Guindos no ve un impacto relevante de los atentados en la economía y avanza una revisión al alza del PIB

25 agosto 2017 07:20 | Actualizado a 28 agosto 2017 07:35
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La economía española mantiene el pie en el acelerador. En el segundo trimestre avanzó un 0,9% respecto a los tres primeros meses del año, lo que supone el mayor ritmo desde el verano de 2015 y una décima más que el registro logrado entre enero y marzo. Un repunte que obligará al Gobierno a revisar al alza su previsión de crecimiento para este año en el próximo cuadro macroeconómico que acompañe a la presentación de los Presupuestos de 2018 el mes que viene. Así lo anunció este jueves el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien no quiso detallar hasta dónde llegará esa mejora. Si será de una o dos décimas respecto a la previsión actual del 3%. Hay que recordar que tanto en 2015 como en 2016 el PIB se incrementó un 3,2%.

Lo único que dejó claro el titular de Economía es que ese 3% se encuentra por debajo del «consenso del mercado». De hecho, organismos como el FMI ya apuntan al 3,1%, la CEOE este jueves proyectó un 3,2% y algunos centros de estudios llegaron a indicar un avance del 3,3%. Sin embargo, De Guindos sólo adelantó que volverá a ser una estimación «prudente». De momento, en tasa anual la economía avanzó un 3,1%, lo que implica una décima más que los dos trimestres anteriores, según los datos del INE publicados este jueves.

De Guindos destacó que el crecimiento del segundo trimestre permite recuperar el nivel de renta precrisis una década después

En cualquier caso, el ministro justificó esta nueva revisión por los datos «positivos» de contabilidad nacional conocidos este jueves. De hecho, De Guindos destacó que el crecimiento del segundo trimestre permite recuperar el nivel de renta precrisis una década después. Sin embargo, el responsable económico matizó que todavía no puede considerarse que España haya salido de la crisis porque no ha vuelto al nivel de empleo anterior a 2008, algo que según las previsiones del Ejecutivo ocurrirá en 2019 al alcanzar los 20 millones de ocupados.

Sin embargo, el desempleo no es la única variable que todavía está lejos de normalizarse. El déficit rondará este año el 3% mientras que en 2007 las cuentas públicas registraron un superávit. Además, la deuda pública roza ahora el 100% del PIB y antes de la crisis estaba por debajo del 40%. Para corregir esos desequilibrios, sobre todo el último, todavía pueden pasar varios años. Por ese motivo, el Gobierno se aferra a los datos del PIB.

En este sentido, la causa para entender el repunte de la economía en el segundo trimestre está en el consumo, que volvió a mostrar su fortaleza después de un inicio de año algo moderado. En concreto, entre abril y junio la demanda interna se consolidó como motor del crecimiento con una aportación al PIB de 2,4 puntos porcentuales, lo que supone una décima más que el trimestre anterior. La principal variable fue el consumo de los hogares, que entre abril y junio aumentó tres décimas hasta el 0,7% en tasa intertrimestral. El ritmo se mantiene en el 2,5% si se compara con el mismo periodo del año pasado.

Asimismo, el gasto de las administraciones públicas presentó una variación anual del 1,3%, ocho décimas superior a la del trimestre precedente. Sin embargo, la formación bruta de capital fijo (inversión) registró un crecimiento del 3,4%, lo que supone una desaceleración de cinco décimas respecto al trimestre anterior. En este sentido, destaca la inversión en construcción, que elevó una décima su tasa anual, pasando del 2,9% al 3%.

Por su parte, el sector exterior -la otra pata de la economía- contribuyó con siete décimas al PIB, el mismo ritmo que entre enero y marzo. Sin embargo, las exportaciones ralentizaron su avance al pasar del 7,3% al 4,5%. Una moderación que no impide que las ventas marquen récord todos los meses. Las importaciones, por su parte, también redujeron su ritmo al pasar del 5,7% al 2,8%.

Cae la remuneración media
Por su parte, el empleo en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo registró una variación trimestral del 0,9%, dos décimas superior a la experimentada en el primer trimestre. En términos anuales el avance fue del 2,8%, tres décimas superior a la del trimestre precedente. Esta evolución supone un incremento neto de 480.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.

Sin embargo, la mejora del empleo no se traslada de igual modo a los salarios. De hecho, la remuneración media por asalariado descendió un 0,1% frente a la subida del 0,4% del primer trimestre. Asimismo, el peso de las rentas en la economía es del 47% frente al 49% que representaba antes de la crisis. Un escenario que el ministro De Guindos achacó al elevado paro que todavía existe en España. Por eso insistió en que la prioridad es recuperar los 1,5 millones de empleos que faltan.

Precisamente, los sindicatos denunciaron este jueves un modelo económico «desequilibrado». Así, UGT lamentó que la recuperación de la economía y de los beneficios empresariales «no llegue a las familias». Por ello insistió en un comunicado en la necesidad de mejorar los salarios.

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