Amenazas intolerables

La contienda electoral en la capital ha desatado todos los demonios

27 abril 2021 09:20 | Actualizado a 27 abril 2021 10:03
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La batalla de Madrid amenaza con ser literal. Bueno, de hecho, más que batalla es ya una guerra sin cuartel en la que parece que vale todo. La contienda electoral en la capital ha desatado todos los demonios. Es cierto que los problemas no son nuevos y que estamos instalados en unos tiempos en los que se imponen los insultos, las descalificaciones, los exabruptos, los boicots… Pero en los últimos días la escalada de tensión ha subido unos muy peligrosos peldaños, con unos hechos absolutamente inaceptables ante los que no se puede guardar silencio. Porque es muy grave que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, reciban amenazas en forma de carta con una bala.

En este contexto, ayer supimos que la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, fue la destinataria de otra amenaza, en esta ocasión una carta con una navaja ensangrentada, cuyo autor, con un trastrono mental grave, ya fue identificado. Pero haríamos un flaco favor a nuestro sistema de libertades si nos tomáramos estos hechos como simples anécdotas. Como dijo la vicepresidenta Carmen Calvo, «la historia está llena se sobresaltos enormes que empiezan por aquí». Sí, amenazar a un representante público es hacerlo contra la democracia, es amenazarnos a todos. Y no, en estos asuntos no caben las medias tintas. O paramos la confrontación o acabaremos haciéndonos daño. Señores políticos, un poco de responsabilidad, por favor.

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