A los 40 años de la muerte del dictador, la alcaldesa de Madrid está por la labor de cambiar de nombre a unas 150 calles de Madrid dedicadas a personajes ‘franquistas’.
Entre los que se mencionan figuran nombres como Calvo Sotelo (aunque murió antes de la llegada de Franco al poder); José María Pemán, Eugeni d’Ors, Pedro Muñoz Seca, Ramiro de Maeztu, Agustín de Foxà, pese a que fueron grandes escritores; Salvador Dalí, por elogios a Franco cuando decía tonterías; Manolete, por dedicarle algún toro; Santiago Bernabeu, que fue cabo en el ejército franquista, etc.
Es decir, tras una fase de eliminación de colaboradores militares de Franco, como el general Mola, ahora toca a quienes le tuvieron simpatía, al margen de su valía profesional.
Una ciudad que tiene calles dedicadas a Carrillo y La Pasionaria, ¿no podrá abrirse en abanico y tener calles dedicadas a Pemán o Manolete?