El reto de frenar la soledad no deseada

26 octubre 2022 19:22 | Actualizado a 27 octubre 2022 07:00
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La soledad no deseada amenaza con convertirse en la próxima pandemia. De entrada, parece necesario aclarar que el hecho de estar solo es distinto del sentimiento de soledad, del mismo modo que vivir con alguien no es garantía de que ese sentimiento no aparezca. Así, podríamos decir que la soledad no deseada se produce cuando las personas no tienen la cantidad o la calidad esperada de relaciones sociales, una condición que no eligen.

Según un informe de la Comisión Europea, el 18,8% de los españoles se ha sentido solo o sola durante el último año, unas cifras que se elevan hasta el 80% entre los atendidos por Cruz Roja en Tarragona y que se explican porque son precisamente las personas que presentan más vulnerabilidad las más propensas a caer en este mal. En todo caso, se trata de un problema realmente grave. Sentirse solo genera fragilidad y deriva en situaciones de infelicidad que afectan de forma creciente a la salud física y mental. Cuando una persona vive y se siente sola, se percibe débil, insegura, le rondan por la cabeza ideas fatídicas y cargadas de negatividad que determinan que aumente su riesgo social y también su riesgo sanitario. Las personas que viven la soledad de forma negativa desarrollan enfermedades que alteran su salud física, psíquica y social. Hacer frente a este fenómeno creciente es, pues, un reto al que se enfrenta una sociedad cada vez más individualista, un desafío que nos compete e interpela a todos, pero de forma determinante a las administraciones.

Este fenómeno creciente compete e interpela al conjunto de la sociedad, pero sobre todo a las administraciones

Es cierto que funcionan medidas de ONG y asociaciones que sirven como anclaje y red de ayuda, pero se necesita un abordaje del problema que incluya herramientas políticas, sanitarias y sociales eficaces y que cuenten con un amplio consenso que supere las diferencias entre formaciones políticas. Algunos países, como el Reino Unido o Japón, ya han creado departamentos de políticas públicas relacionadas con la soledad. La gravedad del problema así lo exige.

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