En enero de 2016 la CUP vetó a Artur Mas como President y le obligó a dar un «paso al lado». Benet Salellas lo celebró diciendo haberlo enviado «a la papelera de la historia», utilizando la frase que Troksky aplicó a Kerenski.
En marzo de 2018 Jordi Turull estaba a punto de ser President, pero le faltaron los votos de la CUP para ello. Al día siguiente, al ir a declarar ante el juez, fue encarcelado.
En julio de 2022 –en esto estamos- Laura Borràs ha sido suspendida como Presidenta del Parlament. Para su continuidad, por la que luchaba como gato panza arriba, le faltó el apoyo de ERC y la CUP. Laura les calificó de «jueces hipócritas».
De los ocho grupos del Parlament, siete han pedido su cese, entre ellos dos de los tres independentistas.