Es una de las redes sociales que más crece a la vez que aumentan sus polémicas. Cada vez que aparece el nombre de esta aplicación en los medios es en general para algún hecho controvertido. Recordemos que el video más viral de la semana, el de la enfermera y el nivel de catalán para unas oposiciones, se publicó en Tik Tok.
Detrás de estas dos palabras hay una compañía creada por Zhang Yiming, uno de los multimillonarios de China. Este ingeniero de software se formó en Microsoft. Después creó una plataforma online en su país en 2012 llamada ByteDance y que empezó a usar la inteligencia artificial. De ella nació en 2016 Tik Tok y que ahora acumula mil millones de usuarios.
La red, que empezó a hacerse famosa hace unos años en España por imitar bailes y retos virales, parece que se haya hecho más adulta y ya podemos encontrar en ella todo tipo de contenidos.
Pero es esa conexión con China la que podría complicar la expansión de esta red y que ya es la sexta más usada en el planeta. De hecho, se está extendiendo la teoría que esta aplicación puede «espiarnos» y usar nuestros datos.
En este sentido, TikTok ya ha sido prohibida en los dispositivos del gobierno federal de Estados Unidos, también por varios gobiernos estatales y, desde esta semana tampoco se puede usar por parte de los empleados de la Comisión Europea en sus smartphones.
Ya ha sido prohibida en los dispositivos del gobierno federal de Estados Unidos y también por varios gobiernos estatales
Hay miedo a que los múltiples datos comprometidos en estos teléfonos puedan acabar en manos del mayor rival geopolítico de Estados Unidos. Lo cierto es que, cuando instalamos esta aplicación en nuestro dispositivo nos solicita nuestro nombre, edad, número de teléfono, dirección de correo electrónico, modelo y red móvil que está usando, lo que significa que esta empresa china conoce también a la perfección nuestra ubicación exacta.
Y no solo eso, también puede acceder a nuestra cámara, micrófono, nuestros archivos multimedia, etc. Da miedo y pavor pensar dénde puede acabar toda esta información y más conociendo que todas las empresas que operen en China, sean del mismo país o no, están sometidas a la legislación china que les obliga a ceder los datos al gobierno de Pekín en cualquier momento sin pedir permiso a los tiktokers y sin avisarles, obviamente.
Hay un precedente perverso de hace solo unos meses. Empleados de Tik Tok reconocieron que habían accedido a la información de dos periodistas occidentales que a los que se les estaba investigando. Se despidió a esos trabajadores, pero no quedó claro quien dio la orden y si el gobierno chino estaba detrás de esta investigación y qué objetivos tenía.
No solo se acusa de espionaje a esta revolucionaria red. Ahora también de distorsionar la realidad y mostrar a sus usuarios con rostros hiperrealistas. El “culpable” es un filtro llamado Bold Glamour y todo un revuelo mediático lo ha llevado a convertirse, para bien o para mal, en todo un fenómeno. Los números lo dicen todo. Ya se han realizado más de 10 millones de videos con él.
La cámara capta nuestra cara y, mediante inteligencia artificial, nuestras facciones se transforman en las de las estrellas de Hollywood o de las pasarelas. Cualquiera puede convertirse en modelo con este filtro.
Puede acceder a nuestra cámara, micrófono, archivos multimedia, etc. Da miedo pensar dónde puede acabar toda esta información
Muchas voces ya se han alzado para pedir que se prohíba porque puede provocar que aumenten los trastornos por dismorfia corporal, o lo que es lo mismo, obsesión con supuestos pequeños defectos de nuestro cuerpo. Crear un alter ego con nuestra mejor versión puede tener consecuencias. También Instagram, donde reinan los filtros por doquier, puede provocar problemas, especialmente en adolescentes. De hecho, un informe de 2021 afirmaba que Instagram podría ser dañina para la salud mental de algunas personas y que empeoraba «los problemas mentales sobre la propia imagen en una de cada tres adolescentes”.
Lo que está claro es que adolescentes o no utilizan estos filtros y a veces con resultados imprevisibles. Y si no, que se lo digan a Jennifer López que a sus 53 años sufrió algunos comentarios negativos (y otros positivos) tras dejar al natural su contorno de ojos al acercar demasiado la cámara a su rostro en un video reciente. Lo publicó igualmente y ya ha compartido en diversas ocasiones su cara sin maquillaje.
Un ejemplo que demuestra que el tiempo pasa para todos y que al final lo mejor es aceptarse uno mismo y sentirnos orgullosos de nuestro cuerpo. Es la mejor opción.
