En el mundo empresarial, conseguir los fondos necesarios para que un proyecto funcione no ha sido nunca algo sencillo. Mucho menos en la última década, en la que el panorama económico ha sido bastante duro. La crisis financiera mundial lo ha puesto muy difícil tanto a quienes quieren emprender como a empresas que lo necesitan para continuar. Aunque no significa que no haya maneras de financiarse. De hecho hay soluciones, y lo único que se tiene que hacer es escoger la que mejor se adapta a las posibilidades de cada proyecto.
Solicitar un préstamo bancario
Posiblemente uno de los primeros recursos que vienen a la mente, especialmente cuando el capital que se necesita es elevado. Es importante tener en cuenta cuáles son las condiciones de cada entidad, como intereses y garantías, y es mejor acudir a más de una para compararlas.
Subvenciones y ayudas del Estado
El gobierno suele contar con programas para apoyar la creación de empresas y proyectos, ofreciendo estímulos como rebajas fiscales o créditos a bajo interés. Dependiendo del tipo de negocio incluso se pueden encontrar subvenciones y ayudas en determinados sectores. El principal inconveniente suele ser el tiempo y la cantidad de papeleo que conlleva, aunque si se cumplen ciertas condiciones se puede llegar a conseguir dinero a fondo perdido. Por lo que nunca está de más estudiar la opción.
Factoring
Hay entidades financieras que ofrecen este servicio, que cuenta con varias ventajas. Una de las más interesantes es que se cuenta con liquidez inmediata de todas las facturas emitidas, de modo que no hay que esperar a que se cumplan plazos cuando los clientes pagan a crédito. En esta web puedes encontrar más información al respecto.
Ángeles inversores
Los Business Angels o ángeles inversores son personas con gran potencial económico, que buscan proyectos interesantes para invertir su capital. Para que decida hacerlo debe estar convencido de la viabilidad y rentabilidad de este, además de que querrá participar en la toma de decisiones.
Patrocinadores
Un patrocinador es una empresa relacionada con el mercado en el que se quiere emprender, que apoya el proyecto comprando los productos y comercializándolos después. La ventaja es que se consigue un cliente importante antes de empezar, con lo cual es mucho más fácil que funcione.
Campañas de crowdfunding
Otra fórmula de patrocinio, aunque en este caso son muchos donantes los que aportan pequeñas cantidades para apoyar el proyecto. A cambio se ofrecen distintas cosas en función de la cantidad, como aparecer en una lista de agradecimientos o ser los primeros en recibir el producto que se quiere lanzar. Existen diferentes plataformas de crowdfunding, algunas de ellas especializadas en un campo en concreto, como la tecnología, y otras más generales.
Amigos y familiares
En proyectos que requieren poco capital se puede recurrir al entorno cercano para financiarse. Esta fórmula, conocida como las 3 F por las siglas en inglés de amigos, familiares y locos (gente que no tiene relación directa pero se atreve a prestar el dinero), requiere dejar las cosas muy claras para que en el futuro no haya problemas ni malos entendidos.
Empezar sin capital
No es un modo de financiación como tal, ya que consiste en comenzar sin disponer de fondos o con muy pocos, tan solo de los que se dispone personalmente. El mayor beneficio es que no se le debe nada a nadie, por lo que si el proyecto no funciona no hay que devolver dinero.
Unos consejos finales
Antes de decidir el tipo de financiación para la empresa, es importante tener en cuenta algunos detalles. Por ejemplo es fundamental contar con un plan de negocio que permita saber tanto lo que hace falta como la rentabilidad que se puede conseguir. También es importante que parte del capital proceda de fondos propios. Y trabajar en la localización de clientes incluso antes de comenzar para tener recursos.
¿Tienes una empresa que quieres financiar? ¿Qué otros recursos se te ocurren para lograrlo?
